Leonor asiste por primera vez al desfile de las fuerzas armadas.
Me parece increible como en pleno siglo XXI un páis planifica y dirige la vida de una niña desde su nacimiento sin darle ninguna posibilidad de elección. Y habrá a quién le haga gracia verla saludar a las tropas vestidita como una muñeca...
Me parece tan absurdo como atroz, pero lo peor de todo: cuando esta niña llegue a la jefatura del estado -como se ha decretado ya sin la elección del pueblo-, ¿realmente será capaz de empatizar con los ciudadanos cuando su cargo se basa en unos privilegios irracionales y una concepción de la realidad totalmente clasista?
Por mucha vocación de servicio que le inspiren, lo normal es que se acabe identificando con los intereses de la clase dominante a la que pertenece, sirve y representa (aristócratas, obispos, grandes empresarios, generales, jefes de estado...) así como con la ideología de las instituciones patriarcales en la que va a ser educada: el matrimonio, la monarquía, la iglesia y el ejercito.
Así que no me vengan con que la monarquía es sinonimo de imparcialidad, la monarquía tiene su propia ideología que no es otra que la de aceptar sin cuestionar el modelo de sociedad en el que has nacido y no solo defenderlo sino perpetuarlo. Lo dicho, increible y triste.