Aunque parezca mentira, el mundo del VHS sí tiene su mercado, y en algunas ocasiones una cinta incluso puede llegar a venderse por un pastón. Está claro que un VHS de Titanic o Terminator 2 es improbable que jamás se venda por más de 50 céntimos, pero he visto casos de primeras ediciones de pelis rarísimas de terror de los 70, eróticas, cosas muy underground que jamás se han editado en DVD... que se han vendido por 60 euros o más (que, para una película en VHS, me parece una cantidad razonablemente alta).
Desconozco si está de moda actualmente, ya que llevo desde finales de los 90 apasionado por el tema. Como buen niño de los 80 me crié entre vídeoclubs, y supongo que esa emoción de acudir cada sábado a elegir una película entre tantas portadas que prometían escenas increíbles trascendió más allá de la infancia y nunca me la he podido quitar.
Pero, por mucho que me apasione, también reconozco que es un formato horrible. El constante deterioro de las cintas y la imagen, así como la posibilidad de que una de ellas se enganche traicioneramente dentro de tu vídeo y te lo destroce, entre otras cosas, convierten este formato en algo muy poco útil. Por eso, desde que tengo medios, lo que hago con cada cinta nueva es reproducirla una vez para preservarla en DVD, e intentar no volver a tocarla más.
Para un aficionado a la serie B, el cine mierdero y las películas rancias como yo, el mundo del VHS es un filón inagotable. Recuerdo cuando los vídeoclubs comenzaban a desaparecer y liquidaban todo su stock, a finales de los 90, cuando comencé a coleccionar lo que hoy en día es mi pequeño vídeoclub casero, y descubrí todo ese mundo fantástico de portadas engañosas pero fascinantemente cutres, películas que jamás se han editado (ni lo harán) en DVD, películas que sí se han editado en DVD pero que no han mantenido la portada original, y plagios italianos de Conan, Mad Max o Star Wars. Curiosamente, algunas películas que en su día compré por 300 pesetas en un pobre vídeoclub a punto de cerrar hace años, son esas que comentaba antes que ahora veo súper-cotizadísimas en eBay