Después de muchos rumores el pasado julio Nintendo anunció un
nuevo modelo de Switch con panel OLED, pero sin 4K. Tres meses después estamos a pocas horas de que la consola se empiece a despachar en las tiendas de todo el mundo acompañada de ni más ni menos que
Metroid Dread, una entrega que se postula como una de las mejores de la franquicia.
Nintendo Switch OLED es un modelo
funcionalmente idéntico al original lanzado en 2017, ejecuta los mismos juegos sin ningún tipo de mejora en los fotogramas o la resolución y es compatible con los Joy-Con actuales. Sin embargo, cuando se enciende la pantalla en lugar de un LCD de 6,2 pulgadas nos encontramos con un OLED de 7 pulgadas con colores más intensos y un alto contraste. La pantalla crece pero la consola tiene el mismo tamaño, algo que se consigue reduciendo los biseles. Respecto al peso, son solo unos 20 gramos más.
Sin duda alguna el panel OLED es la característica estrella de este nuevo modelo de Switch y según los medios que han analizado la consola la diferencia es notable respecto al LCD. Cierto es que no estamos ante un añadido revolucionario, muchos otros dispositivos (como la olvidada PlayStation Vita) equipan paneles con esta tecnología, pero poder jugar en una pantalla OLED más grande se agradece mucho, especialmente cuando la sesión es larga y el título tiene mucho texto o una interfaz muy poblada.
El nuevo soporte de Nintendo Switch OLED Aquellos que han probado Switch OLED también destacan lo bien que lucen en su panel los juegos coloridos, y Nintendo tiene muchos de estos como Super Mario Odyssey, Legend of Zelda: Link's Awakening y Mario Kart 8 Deluxe entre otros. No es casualidad que Metroid Dread se ponga a la venta el mismo día que Switch OLED. El juego desarrollado por MercurySteam no solo ha encandilado a la crítica, sino que también es uno de los mejores ejemplos de lo que puede aportar un panel de estas características en una consola como Nintendo Switch.
Además de la nueva y más grande pantalla, Nintendo Switch OLED destaca por equipar 64 GB de almacenamiento interno, presentar un soporte ancho que permite colocar la consola en diferentes ángulos para una mayor comodidad cuando se juega en modo sobremesa e instalar unos altavoces integrados que ofrecen un mejor audio. La base que acompaña este modelo también presenta novedades como un nuevo puerto LAN. Donde todo sigue igual después de cuatro años es en el mando Joy-Con, que continúa sufriendo problemas de
drift.
Con el lanzamiento de este nuevo modelo los interesados en una Nintendo Switch pasan a tener tres opciones: el modelo base que se vende por 299 euros, Switch Lite, una opción portátil que tiene un precio de 219 euros, y la nueva Switch OLED que se puede adquirir por 349 euros.