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Adris escribió:thadeusx escribió:Adris escribió:Volvemos a los días del "todovaleporquesomoschupigüais".
Es de coña... y ya regalando cosas nada mas llegar.
Debe ser que no se ha aprendido de lo que ha pasado en Alemania, Bélgica, o Francia.
Les sentará de puta madre a los que llevan aquí buscando algo ni se sabe, que a estos se lo den nada mas llegar. Darán palmas imagino.
- Que no te puedes permitir una carrera en la pública?. Te jodes...
- Pero si a estos se la pagáis en una privada y de las mas caras...
- Te JO-DES. Emigra.
Ya sabes, solo tienes que perderlo absolutamente todo y huír a un país desconocido para no ser bombardeado y tendrás la vida resuelta.
Un chollo.
1Saludo
Claro, y ya cuando la gente en general entienda que la manera de ayudar a los demás (Esos países) no es esa, se avanzará bastante.
Pero que es mas fácil?. Te traes a unos pocos (al resto que les jodan) y ya puedes ir con la cabeza bien alta. Todo solucionado.
_Locke_ escribió:
Te propongo algo, yo no digo gilichorradas sobre lo que creo que tú piensas
Tenían que haber deportado a todos los españoles que viajaban a ver a sus familias desde Alemania o Francia hace 30 ó 40 años. Qué coño, tendrían que deportar a los que emigran ahora y vienen por navidad.
_Locke_ escribió:La mayoría sí, para conseguir una vida mejor.
Knos escribió:_Locke_ escribió:
Te propongo algo, yo no digo gilichorradas sobre lo que creo que tú piensas
Pues ya puedes ir borrando esta:Tenían que haber deportado a todos los españoles que viajaban a ver a sus familias desde Alemania o Francia hace 30 ó 40 años. Qué coño, tendrían que deportar a los que emigran ahora y vienen por navidad._Locke_ escribió:La mayoría sí, para conseguir una vida mejor.
Knos escribió:Si vuelves al pais del que huyes es que no estabas tan mal, puedes quedarte alli.
Knos escribió:No te estoy preguntando la finalidad. Te estoy preguntando los motivos.
Crees que una persona que huye de Siria, lo hace por los mismo motivos que yo cuando emigre de España?
No te pregunto lo que esperan conseguir en el pais de destino, te pregunto si los motivos que le empujaron a tomar tal decision en el pais de origen son o no los mismos?
Pero venga, voy a acerlerar un poco la cosa.
- Tu mismo has dicho que la situacion España-Siria no es la misma. Bien.
- Ahora te abras dado cuenta de que salir de un pais porque: Te matan a la familia, te tiran la casa, y lo mismo hoy no comes; no es lo mismo que: Me dan 500 euros al mes y encima los politicos son unos corruptos.
Por tanto, habras llegado a la misma conclusion que yo y que cualquiera:
Volver a Siria despues de refugiarse en otro pais no es en absoluto lo mismo que emigrar por trabajo y por tanto volver a un sitio o a otro tampoco implica las mismas cosas.
_Locke_ escribió:Te lo vuelvo a explicar:Knos escribió:Si vuelves al pais del que huyes es que no estabas tan mal, puedes quedarte alli.
Si huyes de España y vuelves, es que no estabas tan mal y puedes quedarte aquí.
Es tu puta lógica, no la mía. Ya es cansado tener que explicaros mi lógica porque no entendéis y saltáis con el "¿estás comparando...?", como para tener que explicaros la vuestra.
Knos escribió:
No te estoy preguntando la finalidad. Te estoy preguntando los motivos.
Crees que una persona que huye de Siria, lo hace por los mismo motivos que yo cuando emigre de España?
No te pregunto lo que esperan conseguir en el pais de destino, te pregunto si los motivos que le empujaron a tomar tal decision en el pais de origen son o no los mismos?
Pero venga, voy a acerlerar un poco la cosa.
- Tu mismo has dicho que la situacion España-Siria no es la misma. Bien.
- Ahora te abras dado cuenta de que salir de un pais porque: Te matan a la familia, te tiran la casa, y lo mismo hoy no comes; no es lo mismo que: Me dan 500 euros al mes y encima los politicos son unos corruptos.
Por tanto, habras llegado a la misma conclusion que yo y que cualquiera:
Volver a Siria despues de refugiarse en otro pais no es en absoluto lo mismo que emigrar por trabajo y por tanto volver a un sitio o a otro tampoco implica las mismas cosas.
_Locke_ escribió:Te lo vuelvo a explicar:Knos escribió:Si vuelves al pais del que huyes es que no estabas tan mal, puedes quedarte alli.
Si huyes de España y vuelves, es que no estabas tan mal y puedes quedarte aquí.
Es tu puta lógica, no la mía.
Ya es cansado tener que explicaros mi lógica porque no entendéis y saltáis con el "¿estás comparando...?", como para tener que explicaros la vuestra.
_Locke_ escribió:Y cuáles son las motivaciones para volver?
strumer escribió:Cuantos sirios eran que no lo recuerdo?
ajalavala escribió:¿Pero tú entiendes la diferencia entre un refugiado y un inmigrante? ¿O te da igual?
spoilers: No es lo mismo.
Knos escribió:Estas comparando la situacion que hay en Siria con la que hay en España?
Knos escribió:Las de un "refugiado" ya la sabemos. Las de un refugiado de verdad seran las mismas que las mias, o muy parecidas, pero el sabe perfectamente que no es posible ni merece la pena dada la situacion.
_Locke_ escribió:ajalavala escribió:¿Pero tú entiendes la diferencia entre un refugiado y un inmigrante? ¿O te da igual?
spoilers: No es lo mismo.
Ya he contestado antes a eso. No comparo al sujeto del argumento, sino el argumento. Realmente no entiendo qué os resulta tan complicado de entender aquí.
- Quien sale de su país sólo va a delinquir.
dani_el escribió:@Knos Yo a refugiados sirios que hayan vuelto a Siria no conozco. Pero si que se de algunos inmigrantes del Sahara que las han pasado putas para llegar a España, y cuando han vuelto al Sahara ha sido para intentar ayudarles en algún problema puntual que tuviesen o para traerse a algún familiar con ellos de vuelta.
ajalavala escribió:Yo eso no lo he dicho en ningún momento. Digo que si una persona vuelve a su país pierde la condición de refugiado, porque supuestamente un refugiado huye de un sitio porque teme gravemente por su vida o libertad si se queda. Eso es incompatible con volver de vez en cuando y no tiene nada que ver con ser un inmigrante, que sí que pueden volver cuando quieran.
_Locke_ escribió:Pues no, no comparo nada. Desmonto un argumento de un modo sencillo. Tú expones la premisa, si en algún caso la premisa falla, la premisa es falsa.
Si quieres cambia la premisa (quien llega en patera sólo viene a delinquir), e igual yo podré ponerte otros ejemplos para desmentirlo.
Chico, que son vuestros putos argumentos, a mí no me metáis si no sabéis explicaros.
No voy a extender el debate por aquí. Si no lo sabes entender poco más puedo hacer.
Knos escribió:¿Insinúas que a Suiza se le colaron 199 terroristas y que gracias a que volvieron les han cazado?
_Locke_ escribió:Es un ejemplo, un símil. La premisa era:
- Si vuelves al pais del que huyes es que no estabas tan mal, puedes quedarte alli.
La forma de desmontarlo:
Luego si vuelves a España después de haber huido es que no estabas tan mal y puedes quedarte aquí.
¿Comparo algo? No. Utilizo el argumento para desmontarlo. Si no lo entiendes, paso de volver a explicarlo. Creo que es lo suficientemente simple como para darse cuenta de que no hay comparación ninguna.
Y no, no es incompatible. Puede querer volver para ver a su familia. Tampoco vamos a negar ahora que no hay mucha seguridad ahora mismo en Siria, ¿no?
ajalavala escribió:
Es como si los exiliados por la guerra civil española en Suiza dijesen a los dos meses que a ver si pueden volver a España que se han dejado unas cosas en su casa, pero que luego si eso vuelven otra vez. Estamos tontos o qué. Si hay una guerra y temes por tu vida o crees que te van a meter en la cárcel en cuando pises el país NO VUELVES. Es de cajón de madera de pino. Eso es ser un refugiado. Lo otro es ser un inmigrante o un turista.
ajalavala escribió:_Locke_ escribió:Es un ejemplo, un símil. La premisa era:
- Si vuelves al pais del que huyes es que no estabas tan mal, puedes quedarte alli.
La forma de desmontarlo:
Luego si vuelves a España después de haber huido es que no estabas tan mal y puedes quedarte aquí.
¿Comparo algo? No. Utilizo el argumento para desmontarlo. Si no lo entiendes, paso de volver a explicarlo. Creo que es lo suficientemente simple como para darse cuenta de que no hay comparación ninguna.
Y no, no es incompatible. Puede querer volver para ver a su familia. Tampoco vamos a negar ahora que no hay mucha seguridad ahora mismo en Siria, ¿no?
Es que nadie huye de España que yo sepa ni hay refugiados españoles que teman por su vida. No sé a dónde quieres llegar.
Es como si los exiliados por la guerra civil española en Suiza dijesen a los dos meses que a ver si pueden volver a España que se han dejado unas cosas en su casa, pero que luego si eso vuelven otra vez. Estamos tontos o qué. Si hay una guerra y temes por tu vida o crees que te van a meter en la cárcel en cuando pises el país NO VUELVES. Es de cajón de madera de pino. Eso es ser un refugiado. Lo otro es ser un inmigrante o un turista.
thadeusx escribió:ajalavala escribió:_Locke_ escribió:Es un ejemplo, un símil. La premisa era:
- Si vuelves al pais del que huyes es que no estabas tan mal, puedes quedarte alli.
La forma de desmontarlo:
Luego si vuelves a España después de haber huido es que no estabas tan mal y puedes quedarte aquí.
¿Comparo algo? No. Utilizo el argumento para desmontarlo. Si no lo entiendes, paso de volver a explicarlo. Creo que es lo suficientemente simple como para darse cuenta de que no hay comparación ninguna.
Y no, no es incompatible. Puede querer volver para ver a su familia. Tampoco vamos a negar ahora que no hay mucha seguridad ahora mismo en Siria, ¿no?
Es que nadie huye de España que yo sepa ni hay refugiados españoles que teman por su vida. No sé a dónde quieres llegar.
Es como si los exiliados por la guerra civil española en Suiza dijesen a los dos meses que a ver si pueden volver a España que se han dejado unas cosas en su casa, pero que luego si eso vuelven otra vez. Estamos tontos o qué. Si hay una guerra y temes por tu vida o crees que te van a meter en la cárcel en cuando pises el país NO VUELVES. Es de cajón de madera de pino. Eso es ser un refugiado. Lo otro es ser un inmigrante o un turista.
¿De cuantas guerras has huido?
1Saludo
ajalavala escribió:thadeusx escribió:¿Y eso lo deduces por que piden ir a Alemania en vez de Grecia?
Ahm...
1Saludo
Pues hombre, si yo estoy en una situación desesperada me quedo en el primer sitio que me atienden y no hago una peregrinación por toda Europa hasta que llego al sitio que me interesa. De eso se trata todo el rollo del estatus de refugiado, de paliar una situación de emergencia, no de establecer una puerta trasera para emigrar sin cumplir con las leyes ordinarias.
VOLVER AL INFIERNO SIRIO
La falta de oportunidades y el desarraigo, más el creciente hermetismo de Jordania, Líbano e Irak están forzando a muchos refugiados sirios a volver al infierno de la guerra
Los esquivos titulares sobre los refugiados sirios andaban estos últimos meses agazapados, al acecho de la sugerente cifra del refugiado número cuatro millones con el que devolver a primera plana el éxodo más masivo de los últimos cuarenta años en el planeta, pero los días y meses previos a tal hazaña, de repente, el contador automático de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados daba pasos hacia adelante y luego, pasos para atrás.
Tic-tac tic-tac... 3.979.125/3.978.687/ 3.982.452... El baile de cifras tiene su explicación en la cartografía humana de sirios como Mahmod o Aisha, que han preferido regresar al infierno de la guerra antes que seguir viviendo en ‘pause’ y sin arraigo en un exilio jordano de caravanas ancladas en pedregosos desiertos. “Desde Jordania, los que regresan son pocos todavía y de un perfil muy determinado”, describe Pablo Tosco, el fotógrafo de la ONG Oxfam Intermón, recién regresado de documentar estos retornos. “Sobre todo se vuelve gente muy joven, que regresa para luchar, o ancianos que no quieren morirse sin volver a ver a los nietos que permanecen dentro del país”, explica. Sin embargo, Acnur ha documentado esta primavera solo en Irak miles de “regresos espontáneos”. Las razones que esgrimen los que se vuelven son “reunificación familiar”, “falta de oportunidades laborales” e “imposibilidad de conseguir hacer frente a los altos costes de vida en el Kurdistán Iraquí”.
Estos desplazamientos a contracorriente, hacia la boca del lobo, evidencian las graves dificultades por las que atraviesan cuatro millones sirios expulsados por el conflicto a los países del entorno (Egipto, Jordania, Irak, Líbano y Turquía). Unas vidas calamitosas y llenas de necesidades que ni las agencias internacionales encargadas de su protección se ven capaces de paliar por su falta de recursos.
La estación de los autobuses del campo de refugiados de Zaatari (Jordania), que cubren la ruta hasta la frontera siria, es un perímetro de valla rectangular y tejado de chapa con un vano abierto al páramo yermo. Mahmod, de 70 años, y su mujer esperan allí la llegada del colectivo que los llevará de regreso a su país tras más de dos años de exilio forzoso. Son de un pueblo de la región fronteriza de Deraa, eminentemente agrícola. En 2013 el conflicto se enquistó en su zona y salieron huyendo. Mahmod enseña en un móvil la devastación que los obuses causaron en su vivienda familiar. El matrimonio tardó tres días en llegar hasta Jordania. El camino de salida lo hicieron a pie y en camionetas. Desde entonces la mujer arrastra una lesión grave en una pierna. Acogidos en el campo de refugiados de Zaatari, después de un tiempo durmiendo en tienda de campaña, terminaron instalados en una caravana de esta ciudad artificial poblada por otros 80.000 refugiados.
Poco tiempo después, al matrimonio se le unió un hijo taxista al que una bomba del régimen hizo saltar el vehículo por los aires. Salvó la vida de milagro, pero necesitó meses de ingreso hospitalario. Los otros dos hijos de Mahmod se quedaron en Siria, donde ahora han decidido volver a encontrarse con ellos. No soportan más su vida en el campo de refugiados, para ellos como una cárcel. En Zaatari todos los días son iguales, se viven en completo aislamiento, siguiendo en la distancia del televisor las noticias de la tierra abandonada sin que a este lado de la frontera se les presenten nuevas oportunidades. “Son conscientes de que vuelven al infierno de una guerra, pero es que prefieren morir en Siria porque para ellos esto no es vida”, explica Pablo Tosco, el fotógrafo de Oxfam que conoció a la familia unos días antes de emprender viaje de regreso. “Extrañan su vida anterior, no desean continuar en este no lugar sin identidad que no les pertenece, en una situación precaria y sin un futuro cierto”. El hijo taxista se queda en Zaatari. “Sufrió mucho y quiere dar seguridad a su hijo”, según Tosco.
En la región fronteriza de Deraa han disminuido las hostilidades últimamente. La zona ha sido recuperada por el Ejército de Liberación Sirio. Ahora los enfrentamientos más tenaces se libran en las fronteras con Líbano o Turquía. Pero a nadie se le escapa que éste es un conflicto complejo, con muchos actores implicados, y entrados en el quinto año de guerra volver sigue siendo sinónimo de “suicidio”, aseguran los que conocen el terreno.
Cuando Mahmod llegue a su pueblo no sabe exactamente qué es lo que se va a encontrar. El suyo es un barrio arrasado por las bombas. Si casi cuatro millones de sirios han salido del país, unos 300.000 han muerto en la guerra. Con los miles de desplazamientos internos que se producen a diario, es dudoso ya que este hombre vaya a reunirse con muchos conocidos.
En la misma estación de autobuses en la que espera Mahmod está Aisha, una anciana que supera los 80 años. Aisha también ha tomado la decisión de regresar a casa. Viaja a Siria a vivir con sus hijos en una villa agrícola de Deraa. Llegó a Jordania porque era diabética y no podían tratarla en los hospitales de su país, desbordados por las urgencias y asediados por los enfrentamientos. Ha pasado en Zaatari tres inviernos y dos veranos. Sola e incapacitada. Dice que prefiere morir en compañía de su familia, antes que hacerlo en este desolador desierto en el que deja perder su mirada a través de la ventanilla del bus.
En la ruta a la frontera les acompañan varios jóvenes varones sirios. Son bastante más reacios a detallar las motivaciones de su viaje. Son combatientes que vuelven a la lucha después de visitar a sus familiares. No hablan por temor a los servicios secretos sirios, muy activos en las áreas de frontera.
La ola migratoria ha desbordado a los países limítrofes. 3,9 millones de sirios son muchas necesidades que atender. Los Gobiernos de Líbano y Jordania practican el hermetismo en las fronteras, en sus mercados laborales internos, en el acceso a las ayudas sociales o a la educación de los niños.
Solamente en Turquía Acnur contabiliza 1,8 millones de sirios refugiados. En Líbano suman casi 1,2 millones, y son ya más de una cuarta parte del total de la población de este pequeño país. En Jordania hay más de 630.000, según cuentas oficiales, y en el Kurdistán iraquí, más de 250.000. El conflicto no tiene visos de una pronta solución. Los países del entorno se cansan de ejercer de colchón. No están dispuestos a asumir solos la inmensa carga.
A la falta de un plan de arraigo y la escasez de recursos económicos de las agencias internacionales -que han tenido que recortar hasta la inversión en cupones de alimentos- se añade el fin de las reservas que los propios refugiados pudieron sacar de su país. La necesidad es precisamente la que ha abierto esta nueva migración a contracorriente de los desplazamientos forzosos. Una ruta por etapas: de las urbes a los campamentos internacionales, de los campamentos al infierno de la guerra.
*Acnur ha anunciado que se ha superado la terrible cifra de los cuatro millones de refugiados sirios (9 de julio de 2015).
strumer escribió:Ayer algunos preguntaban porque un refugiado sirio podria volver a su pais en estas circunstancias y practicamente se les acusaba de terroristas por ello. Aqui hay algunas historias de porque eso pasa:VOLVER AL INFIERNO SIRIO
La falta de oportunidades y el desarraigo, más el creciente hermetismo de Jordania, Líbano e Irak están forzando a muchos refugiados sirios a volver al infierno de la guerra
Los esquivos titulares sobre los refugiados sirios andaban estos últimos meses agazapados, al acecho de la sugerente cifra del refugiado número cuatro millones con el que devolver a primera plana el éxodo más masivo de los últimos cuarenta años en el planeta, pero los días y meses previos a tal hazaña, de repente, el contador automático de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados daba pasos hacia adelante y luego, pasos para atrás.
Tic-tac tic-tac... 3.979.125/3.978.687/ 3.982.452... El baile de cifras tiene su explicación en la cartografía humana de sirios como Mahmod o Aisha, que han preferido regresar al infierno de la guerra antes que seguir viviendo en ‘pause’ y sin arraigo en un exilio jordano de caravanas ancladas en pedregosos desiertos. “Desde Jordania, los que regresan son pocos todavía y de un perfil muy determinado”, describe Pablo Tosco, el fotógrafo de la ONG Oxfam Intermón, recién regresado de documentar estos retornos. “Sobre todo se vuelve gente muy joven, que regresa para luchar, o ancianos que no quieren morirse sin volver a ver a los nietos que permanecen dentro del país”, explica. Sin embargo, Acnur ha documentado esta primavera solo en Irak miles de “regresos espontáneos”. Las razones que esgrimen los que se vuelven son “reunificación familiar”, “falta de oportunidades laborales” e “imposibilidad de conseguir hacer frente a los altos costes de vida en el Kurdistán Iraquí”.
Estos desplazamientos a contracorriente, hacia la boca del lobo, evidencian las graves dificultades por las que atraviesan cuatro millones sirios expulsados por el conflicto a los países del entorno (Egipto, Jordania, Irak, Líbano y Turquía). Unas vidas calamitosas y llenas de necesidades que ni las agencias internacionales encargadas de su protección se ven capaces de paliar por su falta de recursos.
La estación de los autobuses del campo de refugiados de Zaatari (Jordania), que cubren la ruta hasta la frontera siria, es un perímetro de valla rectangular y tejado de chapa con un vano abierto al páramo yermo. Mahmod, de 70 años, y su mujer esperan allí la llegada del colectivo que los llevará de regreso a su país tras más de dos años de exilio forzoso. Son de un pueblo de la región fronteriza de Deraa, eminentemente agrícola. En 2013 el conflicto se enquistó en su zona y salieron huyendo. Mahmod enseña en un móvil la devastación que los obuses causaron en su vivienda familiar. El matrimonio tardó tres días en llegar hasta Jordania. El camino de salida lo hicieron a pie y en camionetas. Desde entonces la mujer arrastra una lesión grave en una pierna. Acogidos en el campo de refugiados de Zaatari, después de un tiempo durmiendo en tienda de campaña, terminaron instalados en una caravana de esta ciudad artificial poblada por otros 80.000 refugiados.
Poco tiempo después, al matrimonio se le unió un hijo taxista al que una bomba del régimen hizo saltar el vehículo por los aires. Salvó la vida de milagro, pero necesitó meses de ingreso hospitalario. Los otros dos hijos de Mahmod se quedaron en Siria, donde ahora han decidido volver a encontrarse con ellos. No soportan más su vida en el campo de refugiados, para ellos como una cárcel. En Zaatari todos los días son iguales, se viven en completo aislamiento, siguiendo en la distancia del televisor las noticias de la tierra abandonada sin que a este lado de la frontera se les presenten nuevas oportunidades. “Son conscientes de que vuelven al infierno de una guerra, pero es que prefieren morir en Siria porque para ellos esto no es vida”, explica Pablo Tosco, el fotógrafo de Oxfam que conoció a la familia unos días antes de emprender viaje de regreso. “Extrañan su vida anterior, no desean continuar en este no lugar sin identidad que no les pertenece, en una situación precaria y sin un futuro cierto”. El hijo taxista se queda en Zaatari. “Sufrió mucho y quiere dar seguridad a su hijo”, según Tosco.
En la región fronteriza de Deraa han disminuido las hostilidades últimamente. La zona ha sido recuperada por el Ejército de Liberación Sirio. Ahora los enfrentamientos más tenaces se libran en las fronteras con Líbano o Turquía. Pero a nadie se le escapa que éste es un conflicto complejo, con muchos actores implicados, y entrados en el quinto año de guerra volver sigue siendo sinónimo de “suicidio”, aseguran los que conocen el terreno.
Cuando Mahmod llegue a su pueblo no sabe exactamente qué es lo que se va a encontrar. El suyo es un barrio arrasado por las bombas. Si casi cuatro millones de sirios han salido del país, unos 300.000 han muerto en la guerra. Con los miles de desplazamientos internos que se producen a diario, es dudoso ya que este hombre vaya a reunirse con muchos conocidos.
En la misma estación de autobuses en la que espera Mahmod está Aisha, una anciana que supera los 80 años. Aisha también ha tomado la decisión de regresar a casa. Viaja a Siria a vivir con sus hijos en una villa agrícola de Deraa. Llegó a Jordania porque era diabética y no podían tratarla en los hospitales de su país, desbordados por las urgencias y asediados por los enfrentamientos. Ha pasado en Zaatari tres inviernos y dos veranos. Sola e incapacitada. Dice que prefiere morir en compañía de su familia, antes que hacerlo en este desolador desierto en el que deja perder su mirada a través de la ventanilla del bus.
En la ruta a la frontera les acompañan varios jóvenes varones sirios. Son bastante más reacios a detallar las motivaciones de su viaje. Son combatientes que vuelven a la lucha después de visitar a sus familiares. No hablan por temor a los servicios secretos sirios, muy activos en las áreas de frontera.
La ola migratoria ha desbordado a los países limítrofes. 3,9 millones de sirios son muchas necesidades que atender. Los Gobiernos de Líbano y Jordania practican el hermetismo en las fronteras, en sus mercados laborales internos, en el acceso a las ayudas sociales o a la educación de los niños.
Solamente en Turquía Acnur contabiliza 1,8 millones de sirios refugiados. En Líbano suman casi 1,2 millones, y son ya más de una cuarta parte del total de la población de este pequeño país. En Jordania hay más de 630.000, según cuentas oficiales, y en el Kurdistán iraquí, más de 250.000. El conflicto no tiene visos de una pronta solución. Los países del entorno se cansan de ejercer de colchón. No están dispuestos a asumir solos la inmensa carga.
A la falta de un plan de arraigo y la escasez de recursos económicos de las agencias internacionales -que han tenido que recortar hasta la inversión en cupones de alimentos- se añade el fin de las reservas que los propios refugiados pudieron sacar de su país. La necesidad es precisamente la que ha abierto esta nueva migración a contracorriente de los desplazamientos forzosos. Una ruta por etapas: de las urbes a los campamentos internacionales, de los campamentos al infierno de la guerra.
*Acnur ha anunciado que se ha superado la terrible cifra de los cuatro millones de refugiados sirios (9 de julio de 2015).
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