Nintendo no entregará cartuchos de 64 GB de capacidad a los desarrolladores
third-party de Switch hasta el 2019, según informa Takashi Mochizuki en
The Wall Street Journal. La versión digital del rotativo estadounidense asegura que Nintendo tenía planeado ofrecer estos cartuchos durante la segunda mitad del 2018, pero retrasó la fecha al próximo año debido a problemas técnicos.
Varias fuentes afirman a Mochizuki que esta decisión ha provocado una “pequeña decepción” entre los desarrolladores, especialmente los estadounidenses que a menudo necesitan una mayor cantidad de almacenamiento para sus juegos. Las tarjetas que Nintendo ofrece a los desarrolladores de Switch son de como máximo 32 GB, espacio que se puede sumar a los 32 GB de memoria interna de la consola (de los cuales 24 GB son usables) y el soporte para tarjetas microSD de hasta 2 TB (aunque el máximo disponible de forma comercial sean 512 GB).
El uso de tarjetas y el peso de algunos títulos supone un problema para los usuarios de Nintendo Switch. Bethesda decidió embutir
Doom en una
tarjeta de 16 GB y ofrecer el resto del juego (la parte multijugador) como una descarga opcional de 9 GB. Rockstar imitó este modelo con
L.A. Noire, cuya edición física viene en una tarjeta de 16 GB y requiere de una
descarga obligatoria de 14 GB. Si ambas compañías hubieran usado una tarjeta de 32 GB el problema de almacenamiento estaría resuelto, pero a cambio tendríamos un sobrecoste que debería trasladarse al cliente o ser absorbido por la editora.
Es Nintendo quien vende los cartuchos a las
third-party. Si la compañía japonesa los ofreciera a precios más económicos la editora estaría más motivada a usar los de 32 GB de capacidad, elección que terminaría beneficiando a los usuarios. Otra opción es preguntar a Nintendo cómo lo hace para que juegos como
Zelda: Breath of the Wild y
Super Mario Odyssey pesen 13,9 GB y 6 GB, respectivamente. Pero en última instancia e independientemente de cuándo Nintendo proporcione los cartuchos de 64 GB a las desarrolladoras, si estos son demasiado caros nadie los usará.
Fuente: The Verge