Leyendo el mundo deportivo me he encontrado con esto:
Encerrar a toda la plantilla azulgrana en una amplia sala con simuladores de juegos tiene sus riesgos. Para cuando le tocó a Joan Laporta conducir un vehículo a toda velocidad sin más tecnología que sus propios movimientos de manos –como si agarrara el volante– y de pie –como si acelerara–, los jugadores ya se habían soltado tras una primera media hora de cierta moderación de sus comentarios. Sólo el intento de colocar la gorra de Pinto en una máquina que reconoce objetos y los relaciona con imágenes alteró la primera parte de la visita por la casa del futuro, que Alves se quería comprar. Fue en la sala de demostración de los juegos cuando se animó la visita.
Como era de esperar, a Piqué le tocó probar el nuevo juego de coches para XBox en un Lamborghini. Para el ensayo los azulgrana escogieron, de entre miles de escenarios posibles, la bajada desde Montserrat, fielmente recreada.
La juerga empezó cuando se requirió la presencia de un directivo en el simulador sin hilos de un juego de lanzamiento de balones. Rafael Yuste fue literalmente empujado a experimentar las sensaciones con relativo éxito. El efecto visual sobre la pantalla es el de una imagen que reproduce los movimientos del jugador, al que el presentador se refirió, en 'splanglish', como 'el monito'...
Luego se arrancó la directiva Magda Oranich, tratando de lanzar balones virtuales a base de una especie de baile al que Dani Alves le puso música y letra cantando 'Un pasito 'p'alante', María, un pasito 'p'atrás'''.
Luego los propios jugadores reclamaron que Laporta intentara conducir un coche virtual. Al técnico de Microsoft no se le ocurrió otra cosa que llamar 'manubrio' al volante, dando pie a los comentarios menos reproducibles de la tarde. Cuando Laporta se puso en marcha, ya nadie calló. "¡Cuidado con el radar!", "¡Ves por la Ronda!" o "¡Cómo se nota que no llevas chófer!" le gritaron y él acabó estrellando el vehículo contra un muro.
La diversión fue completa y rematada con el uso de las pantallas táctiles gigantes, en las que Guardiola buscó Santpedor en el mapa y la directiva, el Camp Nou a través de Google.
Testigo de excepción, la compañera de Márquez, Jaydy Michel, junto a numerosos familiares de directivos, con relojes de la marca exclusiva de Carles Puyol, el CP5. Al término de la visita, fueron obsequiados con un bolígrafo que incorpora una memoria USB. Alguno preguntó dónde estaba el almacén