Sí, dos veces, si no cuento un sacapuntas que me mangó una compañera de clase cuando teníamos 7 años, un estuche que me mangaron en el instituto a la hora del recreo y dos paraguas en la facultad.
La primera vez entraron en mi casa con toda la familia durmiendo cuando yo tenía 12 años. Fueron profesionales, ni nos enteramos, se llevaron equipo fotográfico valorado en un dineral de la época y algo de dinero en efectivo que encontraron por alguna mesa. La suerte fue que se conformaron con eso y no entraron en los dormitorios. Vivíamos en un tercero y escalaron por la fachada.
La segunda vez fue un 5 de enero, tendría yo 22 años o así. Llevaba una cartera en el bolsillo y un monedero, y en el único momento en que saqué la mano me birlaron la cartera. Los niñatos que lo hicieron no se llevaron nada de valor, el dinero estaba en el monedero, pero a mí me jodieron bien porque me quitaron carnés de biblioteca y documentación diversa. El DNI apareció misteriosamente en mi buzón unos días más tarde.
Después lo han intentado sin éxito un par de veces más, se ve que aparento más despiste del que verdaderamente llevo.
La verdad es que creo que he tenido bastante suerte por el momento.