Voy a aprovechar este hilo para hacer una confesión:
Tengo 28 años y me pase el Alex Kidd de Master System hace solo unos meses.
Llevaba mucho tiempo detrás de terminar el juego. Todos los años le daba un poco, especialmente desde que vivo con mi mujer porque es el juego favorito de su infancia.
Al principio no llegaba hasta los castillos, no entendía la necesidad de recoger los objetos. Mirando una vieja revista vimos lo que estábamos haciendo mal y empezamos a llegar hasta la ultima fase. Sin embargo, hiciera lo que hiciera no era capaz de nadar entre los pinchos [2]. El fin del juego estaba a mi alcance y no era capaz de pasármelo. Perdía todas las vidas, volvía con un continue y aun así moría de nuevo.
Hasta que descubrí el atajo [1]. El atajo es ese momento de la ultima fase en la que si tienes el palo de flotar puedes coger una escalera hasta otro camino hacia el final.
El problema es que si pierdes la vida se acabo. Ya no tienes el palo ni la posibilidad de comprarlo, así que tienes que jugártela de nuevo con los pinchos. Es desesperante pensar que tienes que reiniciar el juego y volver a pasar una tarde rehaciendo fases que ya no tienen ninguna emoción y que puedes terminar de forma mecánica.
Pero un día no fallamos. Un día conseguimos acabar con el jefe final. Y ese día, ese día inolvidable, fue glorioso.
Me cago en los puñeteros pinchos del agua.
Me cago en los pinchos que te quitan la moto en la segunda fase de la moto.
Me cago en los bloques con vida que están puestos en lugares que conducen a la muerte segura.
Me cago en tener que repetir el juego otra vez si no eres capaz de vencer al malo a la primera.
Me cago en los fantasmas puestos con mala idea.
Me cago en la poca adherencia que tiene el personaje y que hace que los saltos sean una aventura.
Me cago en Sega y en su idea de que el botón de pausa este en la consola.
Pero que juego mas bien programado señores. Y venia con la consola. Literalmente.