Microsoft ha esbozado cómo el nuevo kit de desarrollo para Xbox One (XDK) dará a los desarrolladores de juegos acceso a
recursos adicionales del sistema que previamente estaban asignados a Kinect. Según Kareem Choudhry, director de desarrollo en la división de ingeniería de Xbox, el nuevo kit de desarrollo permitirá que ciertas funciones de Kinect pueden ser desactivadas.
Desde su lanzamiento y hasta el día de hoy, Xbox One ha visto como las versiones multiplataforma de varios títulos desplegaron un mejor desempeño gráfico en PS4. Casos como
Call of Duty Ghosts,
Thief,
Tomb Raider o
Battlefield 4 son una muestra de esta guerra de resoluciones (o
recurso de marketing para CD Projekt Red) en la que Sony es de momento la vencedora. Sin embargo, la nueva actualización del XDK podría frenar estas diferencias en los títulos multiplataforma.
Choudhry comenta que el nuevo kit ofrece a los desarrolladores “más acceso al ancho de banda de la GPU, lo que proporciona un mayor rendimiento, nueva herramientas y flexibilidad para hacer mejor los juegos”. Así lo explica el director de desarrollo en una entrevista a
Xbox Wire.
“Los desarrolladores tienen más opciones y flexibilidad para administrar los recursos de Xbox One y ofrecer experiencias de juego más grandes y ricas. Anteriormente, el 10% de la GPU estaba reservada al procesamiento a nivel de sistema que incluía los datos de seguimiento relacionados con Kinect”.
“Con estos cambios, los títulos que no utilizan las funciones de seguimiento de Kinect pueden optar por utilizar la parte reservada del sistema para otros fines. También hemos optimizado todo el sistema, de manera que los títulos tienen acceso al 100% de la GPU de Xbox One para que consigan un aumento de la resolución y efectos gráficos”.
Pero deshabilitar las funciones de Kinect también tendrá desventajas. Por ejemplo, el mapa de profundidad, la captura del aspecto humano visible o la biometría no estarán disponibles para los títulos que quieran aprovechar ese extra de potencia liberado por la ausencia de Kinect.
Esas características ahora opcionales solo se deshabilitarán mientras se reproduce el juego que las desactive y se volverán a poner en marcha cuando la consola pase a otra tarea. Los comandos de voz permanecerán independientemente de si el título ejecutado aprovecha o no la totalidad de la GPU, así que Kinect seguirá escuchando y ejecutando órdenes de voz como “Xbox graba esto” o “Xbox On”. Asimismo, el modo Snap también se mantendrá activo.
Choudhry también explicó que los desarrolladores serán capaces de cambiar los recursos entre Xbox One y Kinect en ciertos puntos de una partida. Por ejemplo, podrán mantener desactivadas las funciones de Kinect durante una parte del juego para aprovechar esos recursos y activarlas en función de su elección o necesidades del juego.
Estos nuevos recursos no se podrán activar de forma retroactiva en títulos ya disponibles. Serán los futuros juegos los que se aprovecharán de estas novedades. Estos serán los casos de
Destiny,
Sunset Overdrive o
The Witcher 3. Bungie ha
confirmado que Destiny funcionará en Xbox One a 1080p y 30 fps igual que en PS4, Insomniac Games ha optado por introducir
más personajes en pantalla, mientras que CD Projekt Red ya
han comentado que utilizarán esa potencia extra en su nuevo juego con el objetivo de que se muestre a 1080p.