Su estilo visual y jugable lo hacen inconfundible , pero ahora que me encuentro por el episodio 7, puedo ir valorando cosas que faltan.
Faltan cutsecenes, solo hay una o dos por episodio, no llegan al minuto, y son con vista en primera persona y sin apenas situaciones relevantes de tono argénteo, son algo inapetentes, demasiado "laxantes".
Y para la necesidad continua de escape del juego, se necesita de momentos de calma en el jugador, no en la historia, un disfrute por medio de videos de robustez y pujanza que ofrecieran momentos inolvidables.
Faltan personajes con carisma, y variedad de ellos, por momentos crees estar escalando paredes y saltando vigas sin saber muy bien el motivo.
Por otra parte si puedes sentir algo de profundidad en los cortes de dibujos que se producen antes de cada episodio.
Pero respecto al motor del juego falta sacar mayor derroche con espectacularidad en escenas, un amor al arte en el que si permanece inalterable a nuestras retinas: las lujuriosas vistas de la ciudad e interiores minimalistas, sus sombras y su diseño.
No obstante me sigue pareciendo una obra maestra visual, pero no una obra maestra en todo su conjunto, pero si un juego de culto.