Usar este concurso para ligar es como ir al cine con una estofado de carne en sustitución de las palomitas, inicialmente divertido pero terminantemente grotesco.
P.D. Entreveo parte de coherencia en el intento de sabotaje del gatopardo, alérgico a demostraciones de masculinidad allende vaya (como yo).
Siempre nos quedará, aparte de París, la elegancia y la simpatia, que seguro será valorada en su justa medida.
D'Oh!