Yo no pago por ver las motos, punto. Y las he seguido MUCHO desde los últimos años de Doohan, pero no los apoyo en este sacacuartos que, en el medio plazo, llevará al mundial, si no a su extinción, sí a una pérdida absoluta de relevancia.
Así no van a captar a nuevos aficionados, porque los chavales están a otras cosas, por no mencionar que lo que se les promete es un futuro sin vehículos privados o, como mucho, ecorresipollas, así que también se rompe la identificación entre el poseedor de una moto con sus héroes en las carreras.
Tampoco quiero dejar pasar la ocasión de cagarme en Dorna y su persecución a canales que suban casi toda carrera posterior a 1992 (de 500 y 250 ninguna, cuela alguna de 125). Ya hace falta ser usurero cabrón para querer sacarle réditos a carreras de hace tantos años, que deberían pasar al acervo cultural. Debería salir de ellos no darle ese tratamiento a un material, cuya mejor función sería, precisamente, promocionar el mundial, en vez de ponerse puntillosos con la propiedad intelectual.