Pues a costa de parecer bien o mal, la cosa jurídicamente tiene explicación bastante sencilla:
Por el delito de desobediencia el Ayuntamiento de Madrid que es de donde depende el agente de movilidad, si preta asistencia jurídica y se hace cargo al estar derivado del ejercicio de sus funciones.
Pero los delitos de injurias y calumnias son delitos privados, es decir, este funcionario se personó como acusación particular en el proceso para ser resarcido sin tener la obligación de hacerlo.