Murió el árbol de Gernika
Las elevadas temperaturas del pasado mes de agosto agravaron las enfermedades que afectaban al histórico roble de la villa foral
RAMON KORTA/
El 'Arbol de Gernika', el roble situado en la Casa de Juntas de Vizcaya ante el que juran su cargo tanto el lehendakari como el diputado general de Vizcaya, ha muerto debido a las altas temperaturas que se registraron durante el mes de agosto del pasado año.
El árbol, que no ha rebrotado esta primavera, se encontraba gravemente enfermo desde hace varias décadas debido a la acción del hongo armillaria mellea, a la vez que a sus hojas les afectó otro parásito, lo que dejó su «sistema circulatorio» reducido a un 11 % de su capacidad original.
Esta situación se vio agravada por las altas temperaturas de agosto, que provocaron una 'embolia' al árbol y que todas sus hojas se marchitaran antes de tiempo, lo que causó su muerte, aunque no se ha comprobado hasta que al llegar la primavera no ha rebrotado.
Un nuevo retoño
La presidenta de las Juntas Generales de Vizcaya, Ana Madariaga, explicó ayer en una rueda de prensa que próximamente se quitará este roble y que en su lugar se plantará en enero próximo un retoño de unos quince años, que todavía no ha sido seleccionado entre todos los que las Juntas tienen plantados en granjas especiales. Antes de plantarlo, los expertos que cuidan el roble desde 1990 sanearán toda la zona, lo que obligará a sustituir la tierra contaminada por los hongos, crear un sistema de drenaje y dotar al próximo roble de más espacio.
Madariaga señaló que este roble, «símbolo de las libertades del pueblo vasco», es posiblemente el «árbol más estudiado del mundo» gracias a los cuidados a los que ha sido sometido desde 1992 y que hubieran permitido prolongar su vida si no hubiera sido por el calor del pasado verano. Madariaga añadió que es un árbol que ha finalizado su ciclo vital. «Yo me quiero quedar con la idea de árbol eterno, se ha acabado un ciclo y empezamos otro, ha pasado varias veces en la historia, es un hecho que nos ha tocado en esta legislatura y nos toca dar vida y plantar un nuevo arbol a futuro». El roble muerto, con una altura de 12 metros, tiene una edad de 146 años y es el tercero que ha habido en la Casa de Juntas de Gernika. El primero de ellos, llamado «el Padre», se plantó el siglo XIV y vivió 450 años, mientras que el segundo, conocido como «el Viejo» y cuyo fósil se conserva en los jardines de la Casa de Juntas, estuvo vivo entre 1742 y 1892.
El hongo que ha acabado con la vida del emblemático árbol, la armillaria mellea es uno de los mayores problemas fitosanitarios del Jardín. Cada año es el causante de la muerte de millones de árboles y arbustos, que mueren fulminados tras la brotación-floración primaveral. A mediados de Otoño salen las setas de la Armillaria junto a la base del tronco de los árboles afectados.
Con frecuencia, una vez arrancado el árbol, siguen saliendo setas durante años en los trozos de raíces que han quedado en el suelo. Con la muerte del arbol no muere la armillaria sino que sigue creciendo bajo el suelo extendiendo sus filamentos por las raíces más finas y, cuando contacta con la raíz de otra planta sensible, la invade también, extendiéndose por el subsuelo como una mancha de aceite, yendo de arbol en arbol.
Esa es la razón por la que, cuando se replante otro retoño -esta vez va a ser de gran tamaño-, la labor de saneado del suelo de la zona tendrá que ser total para evitar que el árbol sea infectado.