En mi caso es curiosidad. En teoría todos los tiempos son mejorables excepto uno, que no es mejorable pero es igualable, es decir, llega un momento en que por mucho que aprietes el acelerador, por mucho que frenes y por muy bien que tomes las curvas, el coche ya no da más de sí y hay un tiempo mínimo para hacer un tramo, es decir, no puedes tardar 0 segundos en hacer una prueba.
Vale, ya sé que busco un imposible, pero siempre procuro estar lo más cerca posible de ese tiempo ideal. Sin embargo, para mí lo que no tiene ningún aliciente es comprar un juego para sacar un platino y abandonarlo, aunque respeto a quien lo hace.