Niños de la calle ejercen la prostitución en Sants ( Barcelona)

Niños de la calle ejercen la prostitución en Sants
Los menores, la mayoría inmigrantes, ofrecen favores sexuales en los lavabos de la estación
A pesar de que las autoridades dan por erradicada la prostitución infantil en Barcelona, niños y adolescentes, la mayoría de origen inmigrante, practican la prostitución en los lavabos de los grandes centros comerciales y las estaciones de tren de la ciudad, como la de Sants. Según ha podido comprobar este diario, son chavales que conocen bien los ambientes gays y saben captar a sus potenciales clientes sin alertar a los vigilantes de seguridad. “Se mueven con cautela pero son muy hábiles”, precisó a Metro un empleado de un establecimiento de esta estación, que prefirió guardar el anonimato.

La policía afirma que no se trata de bandas organizadas sino de casos puntuales.//
( la foto es de una camara oculta en un posible contacto sexual)
Niños de la calle ofrecen sus servicios sexuales como chaperos en aseos públicos de Barcelona
menores. Jóvenes preadolescentes se prostituyen en los lavabos públicos de Barcelona. Localizados en los aseos de la estación de Sants y en otros de pública concurrencia, ofrecen sus servicios a clientes conocedores de los puntos de ligue de colectivos homosexuales.

Un hecho sin más trascendencia si no fuera por la edad de los chaperos, menores de edad conocidos como “niños de la calle” o chicos procedentes de familias desestructuradas. Como los describen los testigos a los que ha tenido acceso Metro “no tienen más de doce o catorce años y en su mayoría son inmigrantes”.

En el caso de Sants, arriban “a media tarde y se marchan al anochecer” extremando las precauciones para no ser detectados por los vigilantes de seguridad de Renfe. Son menores de edad pero expertos en el arte de la insinuación y en “detectar los clientes potenciales”.

Algunos cuentan con sus propios clientes fijos y otros acceden a someterse a tocamientos o incluso a realizar alguna felación, por lo que obtienen ganacias de entre 20 y 50 euros a cada servicio. “La lástima –comenta un camarero– es que después se lo gastan todo en colocarse” ya que son consumidores habituales de cocaína, pegamento o popper, una adicción que les lleva a frecuentar los ambientes de prostitución masculina “presionados por los propios camellos”.

Los “puntos de encuentro”
En la estación de Sants los trabajadores eluden confirmar estas prácticas sexuales y justifican la inexistencia de denuncias “porque cada día pasan cosas raras”. Sin embargo, una limpiadora que prefiere mantener el anonimato confirma la existencia de estos menores y añade que “sus principales clientes son gente anciana”, aunque un vendedor de periódicos apostilla que “algunos son ejecutivos respetables”.

Pese a que las administraciones niegan tales prácticas, muchos de los pederastas acceden a los contactos con menores gracias a la edición digital de una ruta exclusiva para el ambiente gay de Barcelona.

En esta lista la estación de Sants aparece en tercer lugar con el comentario que advierte como “en el lavabo hay mucha gente mayor”, aunque admite que “a veces se puede encontrar sorpresas agradables”.

Ya en horario nocturno, la red homosexual recomienda la plaza Sant Miquel (cerca del Ayuntamiento) “porque suele haber algunos chavales”. Como lugares al aire libre resaltan la plaza Catalunya, donde “hay chicos que buscan protección”. Para los chaperos adultos se sugiere una visita a Montjuïc, tras el Palau. Si lo que se busca es el simple intercambio carnal, los puntos de encuentro están en los aseos de grandes centros comerciales en Glòries, Catalunya, Diagonal o Portal de l’Àngel.

La prostitución infantil erradicada

Ninguna de las administraciones consultadas ha querido reconocer la existencia de menores que se prostituyen en Barcelona. La propia Guardia Urbana mantiene que “la prostitución infantil está totalmente erradicada” de la ciudad, mientras que fuentes del consistorio no niegan la existencia de “puntos de encuentro” aunque desconocen que los chaperos sean menores de edad.