Al cabo de morir chorrocientas veces se le pilla el punto, básicamente hay que ir a un ritmo lento, mirar mucho la estamina y esperar al momento adecuado para atacar sin tener prisa. Mi forma de jugar es muy agresiva incluso en los Souls y me ha costado adaptarme, aparte el principio lo tenía como bugueado y muchos golpes no hacían daño.
Me ha gustado bastante la verdad, el rollo de las posturas es un flipe, y el combate en general es satisfactorio, pero la fijación de enemigos es una mierda, eso tienen que cambiarlo.
La ambientación es la polla, siempre me han encantado los juegos del Japón feudal/demoníacos a lo Onimusha, y encima me encantan los Souls, así que es buena mezcla. Aunque gráficamente, como dije ayer, es muy muy simplote, cumple por la fluidez pero ya está.
Y la comparación obligada a los Souls, pues para mi, aunque es un buen juego (y mejor que Lords of The Fallen) no les llega ni a la suela de los zapatos. En diseño artístico y de niveles creo que no hay duda posible y en posibilidades y secretos me juego el cuello a que tampoco por lo poco que he podido ver.
Me he quedado justo antes del jefe, luego lo intentaré terminar. De salida no se si lo compraré pero caerá si o si en algún momento.