Nalgisa escribió:Además la búsqueda de juegos o de información acaba absorbiendo mucho de nuestro tiempo que podríamos invertir jugando.
Buscar e informarse es uno de los puntos entretenidos de coleccionar, a veces tanto como jugar.
Es que jugar en sí es una parte de la experiencia, muy importante evidentemente, pero sólo una parte.
Si fuera por jugar al Shenmue, ya lo digo, cero problemas con mi Raspberry y la imagen de 128 Gb, pero yo quiero más; enchufar la DC, sacar las cajas, discos, instrucciones, CRT de 29 pulgadas, usar el mando original (lo odio, pero es parte de la experiencia...)
Y mira si todo lo que he escrito no representa un consumo de dinero, espacio y tiempo en relación con la otra opción que tengo disponible, pero a mí es la que me llena.
Lo primero porque prefiero la experiencia original y completa y lo segundo porque, volviendo al tema, jugar es sólo una parte de la experiencia. Me gusta tener mis consolas PAL y JAP, mi balda con los juegos originales, poder tocarlos, ordenarlos, catalogarlos, fotografiarlos...
Y sí, también conocer el catálogo, decidir qué juegos quiero y por qué, buscarlos, negociar, esperar a que me llegue el paquete de Correos y empezar con todo el ritual anterior.
Viendo además cómo la suma de todos esos rituales se convierten en una colección que, entre otras cosas, es por un lado un pequeño museo del ocio electrónico y por otro una juegoteca, todo representando más de cuatro décadas de la historia de los videojuegos.
La pregunta es, llegados a esa suma de sensaciones, cómo no coleccionar.