Qué montón de respuestas, así animáis aunque sea por el esfuerzo de veros a todos escribir
Os he estado leyendo varias veces y por fin me pongo a escribir, porque entre los malos ratos y que tampoco he tenido demasiado tiempo, pues hasta ahora. No me puedo apoyar en lo que habéis ido diciendo cada uno porque habéis escrito muchísimas cosas, pero sí puedo intentar dar mi visión de lo que habéis escrito.
En primer lugar, me gustaría partir de que ahora mismo (ahora, que igual no dentro de un rato) me encuentro bastante bien y con la cabeza despejada, y leeros a algunos con cierta frialdad y realidad ayuda bastante a que ahora pueda dar un punto de vista algo más objetivo y serio.
La relación se tambaleaba desde hace muchísimo, eso es verdad, y yo sabía de ello (era partícipe igual que ella), yo también discutía con ella y me enfadaba y demás. Este año ha sido casi un continuo declive. Ella misma debió llegar a afirmarme (según me recordó los últimos días) que no esperaba ya gran cosa de la relación. Pero es que yo no entiendo la relación así.
Para mí la relación es una convivencia diaria y cercana con otra persona, a la que quieres y apoyas, y de las que esperas algo similar. Y con la que haces planes de futuro, de forma que cada vez la pareja sea más grande y mejor. Es verdad que discutíamos, y era a veces, no sé ya si muchas, porque no me parecía bien lo que ella hacía. Igualmente ella discutía conmigo por temas similares (ya ni me acuerdo, sinceramente, para mí los problemas es fácil olvidarlos, no les doy mayor importancia una vez los solucionamos).
Algunos comentáis por ahí acerca de dejar las relaciones y salir con otra persona, y yo creo que eso sí es controlable. No es controlable que llegue el momento, pero creo que sí es posible dejar una relación dignamente. ¿Cómo? Diciendo la verdad, así de simple. No diciendo medias verdades, ocultando cosas, o haciendo esperar a la persona que era tu pareja para ver "qué tal" con el nuevo. No. La gente debería ser decente, hablar las cosas y ayudar a la otra persona a superar el trance de que te acaben de dejar. Y no me refiero a: pobrecito, ¿qué te pasa, te duele que te haya dejado? No. Me refiero a dejar a la otra persona dignamente y eso no pasa por desaparecer del mapa y negar explicaciones y palabras, que es lo que me ha pasado a mí. De la noche al día he pasado de tener a una persona con la que hablar de todo (supuestamente) y con la que iba a viajar al día siguiente a una persona totalmente vacía, que únicamente sabía decirme que no había nuevo en su cabeza para decirme o que no sabía que decirme. Y pasando de mis palabras. Pasando. Eso es lo que interesaba. Para finalmente ni tener la decencia de decirme la conclusión de la espera que me hizo mantener...
Yo no habría actuado así, sino que habría actuado de manera cercana. Le habría explicado a esta persona cómo me siento y por qué tomo esta decisión, dando explicaciones de lo que sea que ella me preguntara y siempre abierto a hablar con ella. Aunque tuviese clarísimo estar con la nueva persona, continuaría insistiendo en mi explicación con la antigua pareja. Todos sabemos entender lo que nos cuentan, pero para ello hay que contarlo bien primero. Ahí está la clave. Ella jugó con eso de mí, dándome falsas esperanzas y, peor aún, no confirmando que ya no había esperanzas cuando ella ya lo sabía. Eso es muy feo.
De todas formas, para mí esta relación no era de usar y tirar. Era infinita (y lo puedo decir únicamente porque no me ha pasado lo que ha ella, que haya aparecido alguien más). Era infinita por la cantidad de cosas compartidas por ambos, porque nos descubrimos nuestras ciudades y nuestro pueblo (el cual compartimos), y porque siempre miré (yo al menos) por ella, por su futuro y porque fuera mejor persona.
Siendo fríos, ¿qué saco de conclusión frente a algo que consideré infinito? Vivir intensamente pero pensar que nada tiene por qué ser infinito. Esto lleva a ser superficial. Y ahora mismo, en este estado de ánimo, me es fácil hacerlo, por qué no iba a poder. Con grupos de amigos lo he hecho, me han fallado y los he mandado a paseo. Con esta chica lo pude haber hecho, pero no lo hice. La razón ya la he dicho.
Y sí, yo también he sufrido mucho, no comprendiendo por qué pero sí viendo que ella ya no se apegaba tanto a mí. Que sí, sí lo ví. Yo mismo le dije que por qué no me dejaba, y bueno, ya se ve. Yo no era capaz de dejarla a ella, por la misma razón de hace un momento. Para mí todo tenía solución, y no es basado en cariño y recuerdos. Es basado en que conozco a esta chica y me conozco a mí. Pero ella prefirió rendirse e irse a la solución fácil de escoger a alguien aparentemente mejor. Pues el tiempo dirá.
Sinceramente, y sigo manteniendo que lo digo con este ánimo de ahora, yo me he manejado muy bien solito cuando discutíamos y puedo volver a hacerlo, solo que ahora definitivamente ya no está conmigo y duele. La única parte de mi vida que siempre ha solido ser débil es precisamente que tengo poca relación social, y en gran parte hasta casi ahora sé que ha sido por los rollos que he tenido en el instituto (y de eso hace años ya). Relacionarme con nuevas personas debería hacer que me fuera mejor, pero aún lo dudo y espero de verdad que yo lleve algo de razón.
Para terminar, yo también tuve momentos de querer dejarla, porque no me aportaba cariño, sinceramente, sino todo lo contrario, gritos, actitudes irrespetuosas, discusiones, muy poca tolerancia, etc. Pero desde luego todo iba centrado en ella y no en una tercera persona. ¿Qué habría pasado si hubiera aparecido? Pues no lo sé, igual sí la hubiera dejado como ella ha hecho conmigo, pero no lo sé, de verdad. Para eso primero debería haberme fijado en otras personas, cosa que hice muy poco o nada, porque yo sabía todo lo que tenía con esta chica, que era una gruñona pero también muy buena, dependiendo del momento.
Durante el último viaje, a primeros de noviembre, yo estuve llorando mientras dormíamos juntos, y era porque no me sentía querido por ella, sino que seguía viviendo momentos feos que me deprimían. Fue horrible, y me dije a mí mismo que yo no merecía eso. Ni siquiera pude hablar con ella tranquilamente, porque las dos noches que estuvimos juntos en cuanto tocaba la cama se ponía en posición y a dormir. Me hace gracia pero es que era así. Así es imposible. Y mientras yo pasándolo mal ante esa indiferencia. Y ella yo creo que era indiferente porque ya pasaría de mí y porque sabía que yo feliz no estaba. Todo muy egoísta, la verdad.
Si fuera más superficial entonces pasaría yo también más del tema, pero desde mi punto de vista cuando estableces un compromiso con alguien es para no fallarle. Y el tiempo fue haciendo que me tomara la relación más en serio, como es normal, pienso yo. Por eso las cosas me afectaban. No todo es jiji jaja y que no pasa nada. No. Hay que ser consecuente con lo que uno hace. Y lo que hacía ella bastante es ocultarme cosas o decirme medias verdades.
Qué curioso que cuando empezara el instituto, en octubre, fui sabiendo cada vez menos información de lo que hacía en clase especialmente. Encima teniendo en cuenta que lo que estudiaba me gustaba mucho y me hacía ilusión aprender de ella. Poco me enseñaría.
En el final de nuestras conversaciones, ella me acabó diciendo que no quería que yo le influyera en su vida, cosa que aún conseguía hacer. Por eso debió ocultarme a esa persona, aparte de que obviamente pasaba de que yo supiese nada. Esas influencias no eran malintencionadas, eran mi opinión, como podía ser la suya. Y siempre fue mirando por ella. Pero ya no le convenia porque yo era el enemigo en ese momento. Pero anteriormente siempre solí llevar razón en lo que le aconsejara.
Sigo con curiosidad de saber qué le ocurrirá. Yo por suerte o desgracía seguramente me quede solo por un tiempo, que pienso que será largo. Pero sí, ya voy pensando en seguir con mi vida, que sé que algunos lo habéis dicho. No me voy a quedar parado
Siento si he dado una sensación desagradable al leerme o si parezco prepotente, la verdad. Me habéis dado fuerza con vuestras respuestas y también por el hecho de ser más directas, frías y realistas. Ya sabéis que podéis pararme los pies con lo que penséis, porque aquí todos sabemos que tengo muchísimo que aprender aún. Y yo os estaré agradecido de seguir aprendiendo.