bekiller escribió: Sony es solo culpable de ser la menos protegida, pero eso no quiere decir que no estuviese protegida, no olvidemos que el delito lo comete el que roba, incluso si tu dejas la puerta de tu casa abierta nadie tiene derecho a entrar a ella y coger lo que quiera.
Groucho Marx decía que "es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente".
Se ve que tienes un mínimo de cultura por tu forma de escribir y por la vehemencia de tus afirmaciones, pero es importante informarse bien antes de hablar ex-cátedra y empezar a juzgar.
La ley española (y por lo general la mundial) de protección de datos hace responsable al que guarda los datos de cualquier sustracción. Puedes informarte más aqui:
http://noticias.juridicas.com/base_dato ... 99.t1.htmlPero si quieres te la resumo: Sólo se le permite almacenar a las empresas los datos de sus clientes que sean capaces de guardar con seguridad total. Filosóficamente no es como una tienda que vende unos productos que previamente ha pagado, es más bien como un banco que obtiene un beneficio de almacenar esos datos, a cambio claro está, de garantizar su seguridad. Si no puedes garantizar su seguridad, no los almacenes
Por otro lado, y aquí entramos en terreno de debate, no dudo que un grupo de hackers de este calibre tuviese muchos problemas en hackear google, ibm, microsoft, la nasa, la cia, .... Sony es un monstruo internacional, no lo olvidemos, que se deja mucho dinero en protegerse a si misma.
Bajo mi humilde opinion, es evidente que esto es una lección de un grupo de ciudadanos que no toleran el abuso de poder reiterado del que hace uso Sony, con sus políticas para con la ps3 de quitar funcionalidades, el acoso a un brillante becario como Geo Hotz y su presión a los gobiernos de todo el mundo para asegurarse su modelo de negocio como productora de contenido (cine/televisión/música/...).
Pero claro, esto es sólo mi opinión y jamás me atrevería a juzgar a nadie que no lo viese así, aunque no vacilaría en mantener una mordaz discusión intelectual