El concepto de pagar por porno es bastante absurdo, pero ellos han aprovechado bien el cerebro masculino. Es muy simple. En términos prehistóricos: cada vez que ves una mujer que te gusta, estás subiendo un primer peldaño de lo que sería tu meta final: dejarla embarazada. Y cuando subes unos peldaños más (ver como es todo su cuerpo, hablar con ella), vas a tener que recordarla bien, y ahí en el pasado era rollo: en qué isla vive, en qué tribu, quién es su padre, cómo se llama ella. En la era moderna todo eso no es tan evidente, pero el porno lo ha usado para atrapar al hombre. Ves una actriz porno y te gustan sus rasgos. En la página VídeosCalientes.net. Se llama Jenna Jameson. A qué es fácil recordar ese nombre y esa ubicación?! Pues imagina que recordar esos estúpidos datos puede salvar tu árbol geneológico de la extinción. No somos animales, pero el instinto se mantiene. Y en OnlyFans encima te da sensación de intimidad con una modelo. Porque accedes a contenido exclusivo, como cuando conoces una chica y la ves desnuda por primera vez.