De los que probé en 16bits, recuerdo un día de verano que alquilé bien temprano el Rise of the Robots para Super Nintendo. Estaba con un hype tremendo y me fui a casa a darle caña ignorando a mis amigos que iban a la playa (que tenía a escasos 20 metros de casa).
Craso error. Infame, feo, ortopédico y mediáticamente desproporcionado. Bajé al videoclub y dije que se me había roto la consola y no encendía. Me devolvieron el dinero y me fui a la playa a buscar a mis amigos.
Por desgracia, habían invertido mejor el dinero y se habían pillado un hidropedal, alejándose de la orilla para bucear y coger pulpos.
Me quedé con mis abuelos y vecinos en la playa mientras mis amigos llegaron con dos bolsas cargadas de pulpos y coquinas, siendo aclamados por las almas allí extasiadas.
Y yo allí, panoli de mí, mirando al horizonte y cagandome en los difuntos del Rise of the Robots.