Alguno de por aquí no debe ser muy listo, o debe pensar que el dinero a las empresas les crece en árboles que planta junto a las máquinas de hacer el mal, los rayos láser para aniquilar el mundo y los portales al infierno de donde traen a sus directivos.
Pues no. el dinero viene de los usuario de sus productos. Y los costes de un producto se repercuten en los compradores, no en la maquinita mágica de imprimir billetes.
Si Sony ahora empieza a perder millones, somos nosotros (y los trabajadores de Sony) los perjudicados. Y Sony perderá más dinero en abogados, juicios, ventas de consolas que acaban en la competencia, productos paralizados... ¿Qué hará? Pues lo que se hace en cualquier empresa. Los trabajadores que fabrican consolas tendrán menos horas a final de mes. Si había una línea nueva que suponía un cierto riesgo se paraliza (osea, algún juego con alguna franquicia nueva o poco conocida) hasta que se reponga la empresa. Si había previsión de una rebaja para incentivar ventas a costa de reducir margen de beneficio (osea, futura reducción del precio de la consola) se pospone (además con la escasez de consolas no tendrán problemas de consolas llenando almacenes en tiendas). Si hay juegos en desarrollo que están tomando bastante tiempo se les mete más prisa (osea, juegos peor acabados).
Y mil cosas más que mueven el mundo pero los crios parecen no ver.
Desde luego, alegrarse por el mal ajeno ya es bastante mezquino. Pero alegrarse del mal de una empresa que produce productos que uno consume lo que resulta es de ser además un poco... idiota.