-Llegar a casa después de todo el día fuera pateando la ciudad y poder tirarte en la cama a descansar.
-Una laaarga ducha de agua caliente.
-Los días de verano en los que tenía una playa virgen para mí sola. Estar tumbada sin que te moleste nadie, jugando con la arena suave y cálida, mientras el sonido de las olas te arrulla.
-Esos instantes en los que las nubes se apartan del sol y la luz que se filtra por la ventana aumenta en intensidad, iluminando repentinamente toda la estancia.
-Las tardes de helados y leche merengada en verano, las de chocolate caliente y gofres en invierno.
-No tener que madrugar y poder remolonear entre las mantas, especialmente cuando hace frío en invierno.
-Abrazar a mi pareja por la espalda mientras duerme.
-Sentir el olor de su piel cuando me abraza y entierro mi rostro en su cuello.
-Encontrar una buena oferta en un juego, libro o cualquier otra cosa que me interese.
-Salir a pasear y toparte con alguna exposición temporal para visitar.
-Recorrer la biblioteca de arriba a abajo, descubriendo libros cuya existencia ignorabas.
-Escuchar una tormenta cuando no tienes que salir de casa.
-Los abrazos espontáneos de un amigo.
-La sensación de no poder soltar un libro, juego o serie porque los acontecimientos han dado un giro sorprendente y estás más enganchado que nunca.
-Acurrucarme en sitios pequeños y hacerme un ovillo. Sería feliz teniendo una buhardilla enana en la que poder instalarme.
-Hacerme con los catálogos de juguetes en navidad.
-Las festividades en las que se adornan las calles y escaparates de forma temática.
-Pasear con mi pareja por los lugares que recorrimos cuando nos conocimos.
-Cruzarme con un cachorrillo de perro adorable.
-Saquear la tienda de chucherías y llevarme una bolsa gigante.
-Cada vez que puedo volver a ver a los amigos que tengo en ciudades lejanas.
-El día previo a cualquier cosa importante que te hace muchísima ilusión.
-Fantasear con todo lo que te gustaría hacer en el futuro, aunque sepas que es imposible.
-Despertar tras un sueño especialmente emocionante y recordarlo con todo lujo de detalles.
-Ir por la calle y que te llegue el aroma de cosas agradables. Árboles en flor en primavera, castañas en otoño, pan recién hecho por las mañanas...
-Leer cosas escritas tiempo ha y maravillarte al ver que te sigue encantando el producto de aquellos momentos de súbita inspiración.
-Poder hacer más agradable el día a día a la gente, me encanta ver a todo el mundo feliz.
-¡Los cumpleaños!
-Recibir mensajes de algunas personas especiales.
-Cuando estás a punto de tirar algo (y cargártelo) y consigues salvarlo milagrosamente en el último segundo. Te sientes como si hubieses arreglado el mundo heroicamente.
-Llegar al lugar en el que esperas al bus/metro cuando más cansado estás y que justo aparezca en ese momento. Puntos extra si luego hay sitio para sentarte.
-Cualquier cosa que puedas hacer después de llevar un buen rato deseándolo (quitarte los zapatos tras una larga caminata, beber algo refrescante tras morir de sed, etc.).
-Esos momentos en los que reúnes fuerza de voluntad para hacer algo que no te apetece y concluyes las tareas pendientes. Te sientes con poder para cualquier cosa.
-El sonido de una Tardis
-El momento en el que el avión atraviesa la capa de nubes y quedan por debajo de ti, como bolas de algodón amontonadas unas sobre otras.
Y paro ya porque podría pasarme el día escribiendo cosas