Que Xbox One es una consola que arrancó con mal pie la pasada generación es un hecho que nadie puede negar. Menos aún cuando Phil Spencer, máximo responsable de Xbox, así lo reconoce durante una entrevista concedida a
Shacknews en que la recuerda esa oscura época en la que la división
gaming de Microsoft hacía aguas. La situación llegó a ser tan crítica que incluso la compañía se preguntó si valía la pena seguir invirtiendo en la marca Xbox, que a la postre estaba siendo ampliamente superada por PlayStation.
Echando la vista atrás, Spencer recuerda que el verano de 2013, pocos meses antes del lanzamiento de Xbox One, Don Mattrick, que para entonces era la cara visible de Xbox, dejó Microsoft para
fichar por Zynga. En ese momento Marc Whitten se quedó como responsable de la plataforma (pero también estaba involucrado con Windows) y Spencer al cargo de los estudios
first-party, así que Xbox llegó a las tiendas en noviembre de 2013 sin un líder claro. A la postre, el equipo de marketing se movió a otra división.
A pesar de todas estas dificultades, Xbox One se puso a la venta, pero Spencer reconoce que “algunas partes de la plataforma no estaban completamente listas [...]”. A principios de 2014
Whitten se fue a Sonos,
Satya Nadella fue nombrado director ejecutivo de Microsoft y llegó el momento crítico en el que dentro de la compañía y según recuerda Spencer se hizo la siguiente pregunta: “¿seguimos adelante con Xbox?”. Antes de obtener una respuesta afirmativa Spencer se reunió con Nadella y le hizo ver que los juegos podrían ser un negocio muy importante para Microsoft.
Spencer reconoce que Nadella no lo terminó de ver claro, pero estaba dispuesto a apostar por el equipo Xbox. Por su parte, Spencer le dijo que para
asumir la dirección de Xbox tenía que volver a unir el equipo (plataforma, hardware,
first-party…), petición que fue satisfecha. “Terminé trabajando en la división de Windows [y rindiendo cuentas a Stephen Elop, para entonces vicepresidente de Microsoft], pero reunimos todas las piezas”, recuerda Spencer. A día de hoy Spencer es vicepresidente y responde directamente a Nadella. Elop hace tiempo que se fue.
¿Por qué él para dirigir Xbox? “Francamente, creo que la razón por la que termine en este puesto fue porque los otros líderes se fueron”, dice Spencer. “Me río de mí mismo diciendo que era la última persona que quedaba en la mesa y hay algo de verdad en eso”. Cierto o no, esta es una forma de mantener el ego bajo control para la persona que no solo ha salvado Xbox, sino que también ha levantado la división
gaming de Microsoft y conseguido que el gigante tecnológico crea en ella. Una fe que se ha demostrado con hechos. Solo hace falta ver la ampliación que ha vivido durante los últimos años Xbox Game Studios.
Nadella no es el primer director ejecutivo que salva a Xbox. En 2015 Peter Moore, uno de los máximos responsables de Xbox y Xbox 360, reveló que
la marca Xbox no existiría sin los 1.150 millones de dólares que Steve Ballmer, director ejecutivo de Microsoft entre 2008 y 2014, puso sobre la mesa para solucionar el problema de las tres luces rojas.