Si supierais la cantidad de grasas hidrogenadas que llevan estos pastelitos...
Hace años no le dábamos importancia porque de niños esas cosas no nos preocupaban, además que no había tanta información como ahora con Internet, pero toda esa bollería industrial hace un daño TERRIBLE a nuestros órganos y arterias.
Así que, por mi parte, todos esos maravillosos sabores quedan en mi recuerdo, y prefiero mil veces comerme una manzana o una pera que un pastelito venenoso de estos.