Bueno, yo tengo cada vez más claro que la siguiente generación me paso a Xbox. Entre el ridículo sistema de retrocompatibilidad y el humillante servicio que ofrece a los usuarios Sony no se merece ni un euro. Gamepass le da un millón de vueltas a los servicios de Sony y Microsoft no se rie en la cara de sus clientes como lo ha hecho Sony con meses como éste (dando un juego que es gratis en móviles y otro que dieron el mes pasado) o con la excusa de que los mandos de PS4 no funcionen en PS5.
Se acabó Sony, se acabó. De mí, al menos, ya no te ríes más.