El grupo parlamentario de PODEMOS estudia la posibilidad de reformar las leyes educativas, de modo que los estudiantes que mejores notas tengan (pasando del 7), donen parte de sus calificaciones a los estudiantes suspensos, con el objetivo de que estos últimos aprueben.
Pablo Iglesias defiende así la propuesta: "la gente que saca las mejores notas suele ser porque viene de familias bien y pueden permitirse buenos colegios privados, así que nos parece justo que los jóvenes suspendidos, que sean de familias desfavorecidas, reciban parte de la nota de sus compañeros más agraciados". "Después de todo"- continúa Iglesias- "estamos en un Estado Social y nuestro deber, de acuerdo con la Constitución, es redistribuir la riqueza"
Las fuentes de PODEMOS no han explicado cómo piensan efectuar ese reparto o si será voluntario u obligatorio por parte de los estudiantes más brillantes, pero la noticia ya ha levantado fuertes resistencias en algunos colegios privados religiosos de la capital madrileña. Por su parte, las asociaciones de padres de alumnos se preguntan qué estímulo tendrían los estudiantes para obtener buenas notas, si la parte que pase del 7 fuese "socializada" con los estudiantes suspensos.
La polémica está servida, aunque hay quienes dicen, desde otros grupos parlamentarios, como el PSOE o el PP, que todo esto no es más que una cortina de humo para que la atención pública no preste atención a las disensiones internas del grupo parlamentario proponente.
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