Recuerdo a un awelete, uno de tantos claro, en el bus.
Estaba yo al lado de la puerta y el a mi lado, y pulsó el botón de la siguiente parada, según arrancó el bus de la otra.
Eso no tiene mas misterio, todo el mundo lo hace, pero lo que no todo el mundo hace, es empezar a embestirte con el carrito de la compra, mirarle y el tio erre que erre.
Hasta que le dije que parase. Pues en que horita dije naada!. Que como que parase, que el tenia que bajar del autobús, que no le dejaba hacerlo, que si vaya jovenes de hoy en dia...
Y le dije,pues si usted quiere tirarse en marcha lo dice, pero ni hemos llegado a la parada, ni le voy a dejar pasar, porque yo también me bajo en esa. Si me bajase en la siguiente, o mas adelante, y me hubiese dicho, me dejas pasar? Encantado, pero de estas maneras? Pues no.
Me di la vuelta y ala.
Que malos somos los jóvenes! Cuando soy el primero en ceder siempre el sitio, sin importarme lo mas minimo. Y así muchos.