A lo mejor algún día el ser humano es capaz de comprender que no todo esta en los extremos.
El tema pasa por tener una cultura de alimentación adecuada, en la que aportemos a nuestro organismo las proporciones adecuadas de todos los macronutrientes, en su estado más natural posible.
No es necesario pasar de comer carne como si no hubiese un mañana, tirando a la basura toneladas en sobras y siendo todos obesos, a comer carne artificial y que desaparezca todo sacrificio animal para alimentación.
Con ser racionales en nuestro consumo, y en el origen de lo que consumimos, sería más que suficiente para mantener un equilibrio sostenible con la naturaleza.
Pero como somos animales de extremos, pues es mejor pasar de ir al buffet libre a hincharse como un cerdo y a dejar platos a medias, a alimentarse del sol y las flores.