Esta no servirá con tu amigo, pero como sois niños de instituto podéis probarla. Ecologistas y padres de alumnos, dejad de leer ahora mismo.
Necesitaréis:
-Guantes de látex (también sirven bolsitas de té vacías, pero tendréis que usar muchas).
-Azúcar en cantidades industriales.
-Mucha levadura (la compráis en una panadería).
El procedimiento a seguir es sencillo. Se rellena cada guante hasta la mitad con una pasta hecha con 2/3 de azúcar, 1/3 de levadura y lo justo de agua para que quede pastoso. Esperáis hasta la tarde o las últimas horas de clase y tiráis un par de guantes en cada retrete. Tirad de la cadena una única vez (es importante que esos retretes no vayan a ser muy usados, de ahí que sea mejor a última hora e incluso antes del fin de semana o vacaciones)... y esperad.
Cuando la levadura empiece a fermentar y expandirse por las tuberías, tendréis un bonito colegio apestando a mierda durante siglos.
De nada.