Prefiero el sistema original (pero si hay que jugar en una dingoo mientras haces un viaje pues no te vas a morir oye) y algunos de mis juegos o consolas retro tienen un significado especial por la persona que me los regaló, pero si se pierden, sabiendo que está preservado todo y teniendo en cuenta que no pasa nada más allá del valor económico, tiraría de emuladores. Me preocuparía más la habitación donde están que está en mi vivienda de uso habitual.
Hubo una vez que ya vendí una colección y el dinero se lo di a otra persona que le hacía falta (si te fijas la situación es muy parecida solo que fue mi elección), las colecciones son eso, objetos, y es importante saberlo. Otra cosa es que disfrutes durante el acto del coleccionismo, que sea una excusa para juntarse con los amigos o que la uses en plan decorativo, pero nada de esto es de primera necesidad y en pleno siglo XXI ya está todo muy accesible.