Algo que me encanta de ella es cuando me mira asustada y acelera el paso.
O cuando me grita que soy un jodido baboso pervertido y que no la toque.
Pero sin duda el sumun llega cuando me advierte que si me acerco un metro más llamará a la policía. Cosa que suele ir acompañada de un refrescante baño de spray de pimienta y bueno golpe en los pendientes reales. Me encanta.
Ains, el amor. Cada día la quiero más.