Terminada La Verdad Sobre el Caso Harry Quebert. En general no está mal, tiene todas las constantes del género negro y la intriga mantiene el interés con sucesivos flashbacks y giros narrativos para despistar, pero aparte de hacerse larga con demasiados episodios también tiene los habituales inconvenientes de situaciones poco creíbles y descubrimientos demasiado casuales que restan veracidad. Una vez terminada la lista de incongruencias es importante. Encima la sosería del protagonista que da título, actor mediocre donde los haya, tampoco ayuda, y de la dirección y producción de Jean-Jacques Annaud debería esperarse mucho más, que este señor sabe y mucho de cine. Pero vamos, que se deja ver. No se si es mejor o peor que el best-seller, pero casualidad o no, para mi desgracia acerté muy pronto dos de las tres o cuatro claves que al confirmarse rebajaron mucho el interés del desenlace.