Yo las pocas veces que he ido desde que tengo capacidad de decisión han sido a funerales de familiares o a misas en memoria de mi abuela materna, por respeto más que nada, pero me abstengo que recitar las oraciones o de recibir la Comunión.
Me parece totalmente irreal honrarla de otra forma que no sea pensando en ella y siguiendo la educación que me dió. El pan y el vino para quién lo quiera. Yo no lo necesito.