El debate sobre la pornografía en la red está más que nunca en boca de los británicos, una polémica siempre amparada bajo la idea de defender a los menores frente al acceso a imágenes o vídeos de contenido para adultos. A los planes del gobierno de introducir
controles de edad obligatorios para la visualización de estos contenidos se podría incluir la
verificación de identidad de los usuarios a través de terceros como bancos, operadores, agencias de crédito o incluso la oficina de correos.
El partido conservador del país ya se había comprometido a introducir estos controles de edad a principios de año. Ahora, tras su reelección y según los informes que se han hecho públicos, la industria pornográfica y el gobierno estarían en rondas de discusión sobre la implementación y la forma de aplicar los controles. Un plan al que la propia UE
se opondría radicalmente, de acuerdo a unos informes filtrados recientemente.
La denominada
Digital Policy Alliance (DPA), el organismo independiente que ofrece asesoramiento acerca de la política sobre tecnología en el Reino Unido, ha sugerido que se podría aplicar la información que ya tienen terceros para llevar a cabo los controles. Por su parte, Rachel O´Conell, experta en seguridad del menor en la red, advierte de la polémica que supondría que el gobierno tuviera una base de datos centralizada de identidades que visitan material pornográfico.
Por esta razón sugiere que los mismos usuarios que visitan estos contenidos podrían elegir la "organización" que verifique su identidad. Terceros como las propias operadoras, con los que una vez realizada la solicitud, la organización en cuestión respondiera sobre la identidad a través de un “centro de datos anónimo” que protegiera la identidad del usuario. ¿Y para qué todo este lío? La idea es que de este forma el gobierno (o el órgano regulador en cuestión) podría bloquear los sitios webs que no ofrecieran estos controles de edad a través de los registros.
A pesar del amplio apoyo de todos los partidos con los que cuenta la iniciativa, estos controles obligatorios presentan numerosas incertidumbres, tanto jurídicas como técnicas, aunque tratándose del Reino Unido es solo un paso más. Este país es probablemente uno de los puntos geográficos más “eficientes” en lo que respecta a la vigilancia de los contenidos en la red, con filtro de los propios proveedores, previa solicitud del gobiern, ante infracciones (por ejemplo del copyright) desde el año 2013.
Un escenario que tampoco aclara cómo se aplicarían estos controles de edad en aquellos sitios web que se encuentran fuera del Reino Unido, aunque The Guardian informa que muchas de estas páginas, como la conocida Pornhub con base en Luxemburgo, también están inmersas en el debate con el gobierno.
Un iniciativa que traerá polémica y que choca con las directrices de la propia UE en cuanto a la censura de Internet en los estados miembros. Una censura que también preocupa entre los usuarios británicos y que se suma a la polémica propuesta reciente del gobierno de instaurar la denominada
Snooper's Charter, un
proyecto de ley que requeriría a las empresas de telecomunicaciones los metadatos sobre textos, llamadas, correos electrónicos e incluso hábitos de navegación de los usuarios.