Le había prometido "un par" de párrafos a
@ewin, así que resucito mi cuenta de toda la vida para hablar de mi juego favorito.
Panzer Dragoon Saga / Azel: Panzer Dragoon RPG Mira, si tienes una Saturn y no tienes pensado pasarte la trilogía de los Panzer Dragoon, coge la consola y véndela por 30€ en Wallapop. Hazme caso, que igual eres más de Plei.
Tras este consejo, una breve línea temporal de la saga:
Panzer Dragoon vino a reventar cabezas cuando la Saturn era una consola con cuatro juegos mierder que daban risa al lado de los de PlayStation. Este es el verdadero MVP que supuso el pistoletazo de salida de la consola, y no Virtua Fighter con sus polígonos desaparecidos o Daytona Pop-up.
Panzer Dragoon Zwei mejoró a su predecesor en casi todo y llegó en esa hornada de juegos de finales del 95 – principios del 96 que venían a callar las bocas que decían que la Saturn era manca para las 3D. Que lo era, pero igual no tanto.
Panzer Dragoon Saga cerró la trilogía igual que la empezó: aspirando a ser el mejor juego de Saturn, consola a la que había acompañado desde su nacimiento hasta su muerte en casi todo el mundo. Y vaya si lo consiguió a lo largo de sus cuatro inolvidables CD de pura diversión noventera.
HISTORIALa historia del juego se sitúa después de lo acontecido en el primer Panzer Dragoon y no te voy a contar ni un detalle más sobre ella porque los spoilers no me molan. Lo que sí te puedo decir es que es una trama algo más adulta de lo habitual en la época (al menos huye de bastantes japonesadas), con personajes carismáticos, malos que igual no son tan malos, facciones que se quieren dar de hostias y gente que solo lucha por sobrevivir en el mundo hostil donde le ha tocado nacer; todo con una profundidad que te peta el cerebro y todavía tiene a gente sacando detalles y teorías tropecientos años después.
Lógicamente, para jugar a PDS tienes que haber jugado a los dos anteriores, ya que explica y enlaza con muchos de sus eventos.
EL MUNDOEl mundo postapocalíptico de los Panzer Dragoon es otro rollo, y esta entrega no te ofrece dos tazas, sino un saco entero de él. Toda la estética y el trabajo artístico de la saga están aquí multiplicados por mil para que te maravilles ante la extensión de estas tierras desoladas, sus ruinas de civilizaciones pasadas, sus monstruos acorazados biomecánicos que parecen pedruscos con patas y sus habitantes nómadas recién salidos de un reportaje de National Geographic.
¿Quieres un idioma inventado para la ocasión? Lo tienes.
¿Quieres
lore a puñaos en una época en que ni conocías la palabra? Lo tienes también.
Ah, SEGA, qué manía tienes con acostumbrarnos a lo bueno para luego no volver a dárnoslo nunca más.
Y no, Orta es muy bonito pero no forma parte de la saga principal ni por estética ni por historia.VOLANDO VOYLa mayor parte de PDS la vas a pasar a lomos de tu dragón, por si no te habías fijado en la carátula. Así es como explorarás la mayoría de zonas, que pueden ser tan pasilleras como la primera fase (esa tan sosa que sale en todas los análisis de gente que solo ha jugado al principio) o un mapa amplio en el que puedes explorar cada rincón. Con un botón puedes apuntar la retícula hacia donde quieras y examinar o interactuar con objetos y bichos varios. Facilito. Tienes un mapa por si te pierdes y también un radar muy cuqui en una esquina de la pantalla que te indica la localización de objetos y te dice más o menos si tienes papeletas para entrar en uno de los…
FANTASTICOSOS COMBATESYo no soy muy de RPG con combates por turnos. El único RPG con turnos que me pasé en 16 bits fue Super Mario RPG, y creo que es, precisamente, porque sus turnos son bastante divertidos y no se basan en ir a un menú, darle a un botón y esperar a que termine la animación.
Pues bien, los combates de PDS están a otro nivel y son diferentes de los de cualquier RPG, más aún de los de su generación. Nada más entrar en la batalla, te aparece un cartelillo indicando el nombre del bicho, su tipo (puro, mutado, etc.) y su clasificación, porque en el mundo de los monstruos y los malos también hay una jerarquía. Tranqui, que ya los mirarás de cerca y podrás saber más sobre ellos entrando en el menú de la enciclopedia. Ahora toca matarlos por muy bonitos que sean.
La interfaz te muestra tus puntos de vida y de “magia”, junto con tres barras que se van llenando con más o menos rapidez y determinan si es tu turno de liarla parda o de esperar un poco. Dependiendo de cuántas se llenen, puedes disparar el láser del dragón, tu arma (hay varias distintas y puedes apuntar donde quieras, a diferencia de lo que ocurre con el láser), usar un ítem o realizar acciones más contundentes. La mayor parte del tiempo ni siquiera te hará falta entrar en un menú e incluso puedes encadenar ataques, lo que los hace mucho más dinámicos que en otros juegos.
Otra cosa que debes hacer es mirar el radar, ya que tu dragón se puede mover alrededor de la mayoría de enemigos para localizar sus puntos débiles y huir del cuadrante donde pueden efectuar sus ataques más poderosos (marcado con colores). Mientras te mueves no consumes barra de turno, pero tampoco se recarga, y encima los enemigos también se empeñan en moverse para dejarte más a tiro y cubrir sus puntos flacos.
Por si fuera poco, PDS cuenta con un sistema que te permite mutar el dragón, asignándole más o menos puntos de agilidad, defensa, ataque o espiritualidad. Todo esto lo puedes hacer en medio de cualquier combate (consume una barra) y es crucial para ajustarte a los distintos enemigos. Si tienes uno que no para quieto, te pones puntos en agilidad y en medio segundo te colocas donde quieras. Eso sí, de defensa irás regulín. Si tienes otro que te va a freír con sus ataques y vas mal de HP, ponte el dragón como un tanque y te moverás lentísimo, pero aguantarás lo que te echen y encima irás recargando energía con todas las barras llenas. Y así en un cuatrillón de combinaciones (tu dragón va evolucionando, además) que son un gustazo de probar y de contemplar, porque el morphing es una pasada y tu dragón es tan bonito que a veces te la pela elegir la mutación incorrecta porque solo quieres deleitarte con su belleza crustácea y posiblemente casarte con él. Guarro.
Todos estos detalles y dinámicas, que igual sueltos parecen tonterías, en conjunto le dan al combate una profundidad, un dinamismo y una táctica que lo hacen tremendamente divertido y lo alejan muchísimo de lo que había en su día.
Al final de cada combate, te dicen qué tal lo has hecho además de los puntos y objetos que hayas podido ganar según tu pericia. Me toca un poco las narices porque premia cargarte a los malos en el menor tiempo posible, pero eh, tampoco es para tanto.
ESTIRA LAS PIERNASCuando te canses de despeinarte y tragar mosquitos subido en tu dragón, puedes bajarte un rato a tierra firme y echarte la siesta en plan acampada o visitar unos pocos asentamientos humanos. El más importante es la ciudad de Zoah, donde podrás hacer… todo lo que se suele hacer en una ciudad de un RPG. Existe un ciclo de día y noche (no puedes hacer lo que te dé la gana en cualquier momento, sino que la gente tiene su vida y te tienes que adaptar a sus horarios) y puedes ir por ahí escuchando conversaciones ajenas de lejos o hablar con los habitantes (pocos pero apañaos) de cerca. Eso de cerca o lejos también se aplica a los objetos, que podremos coger o ver con más detalle si están cerca. Es un detalle obvio pero molón, y muy bien implementado con el cursor.
En PDS, además de la trama principal, existen algunas misiones en las que haces un favor a algún NPC y consigues la satisfacción de haberles salvado la vida o ese objeto que no sabías que deseabas con pasión. Ojito con estas misiones, porque no están indicadas en absoluto y como se te pase el tiempo para realizarlas, adiós a la oportunidad. Como la vida misma.
LOS PIXELICOSEste es el juego con mejores gráficos de la consola. Casi podría dejar esa oración y pasar a otro tema, pero venga, voy a argumentarlo para los que se pajean con estas cosas. Esto es lo que vas a ver cuando pongas PDS:
- Número de polígonos por encima de la media en la consola y buenas texturas. PDS nació con el objetivo de ser el primer RPG completamente en 3D y ahora no me voy a poner a mirar la hemeroteca, pero para ser de los primeros y en una consola que era mierda para las 3D, yo le veo un engine de la hostia. Los modelos de personajes tienen bastantes detalles (salvo esos pies planos horrendos) y los de los enemigos son flipantes, con morphing y chuminadas varias dentro de una dirección artística incomparable.
- Por si se quiere comparar con otros juegos en consolas más potentes, este va a 30 fps rocosos quitando unas pocas rascadas en una sección de un túnel en el que carga la otra mitad de la ciudad, una magia, dos segundos de una secuencia concreta (esta que dejo en un gif) y poco más. El 99,9% del tiempo va tan suave como el movimiento del dragón.
- Al igual que sus hermanos, combina a la perfección polígonos con sprites y hace un uso estupendo del VDP2. No sé cómo se habría hecho esto en PS1, pero esos cielos inmensos, los suelos de extensión infinita y las virguerías gráficas aplicadas (olas, polvo, etc.) no saldrían gratis. Es que es un juego con una estética tan adaptada a las posibilidades del hardware que resulta acojonante.
- ¿Verdad que se os ocurre más de una conversión de PS1 a Saturn que se dejaba por el camino el sombreado? PDS se cachondea de otros juegos ofreciendo sombreado y una iluminación dinámica absolutamente brutal que en varias zonas, además, cambia-en-tiempo-real (acelerado, obviamente). Tú entra en Zoah por la mañana, quédate quieto y verás pasar todo el día ante tus ojos. ¿Cuántos juegos hacían esto antes de salir PDS?
- Otro tanto ocurre con las transparencias, tan difíciles de ver en la consola. Aunque es cierto que PDS también hace uso de tramas, cuando puede usar transparencias (efectos de niebla o nubes, sombras, etc.), las usa hasta los límites que la máquina le permite. Nada que ver con un juego de PS1, pero eh, algo consigue. Para simular el agua en la primera pantalla, por ejemplo, mete geometría debajo de la capa VDP2 RBG0/1 y aplica el efecto de ondas. El resultado, siempre teniendo en cuenta lo horrenda que era Saturn para estas cosas, es muy efectivo.
- Finalmente, algo que no suelo ver comentado sobre este juego es que usa captura de movimientos y las animaciones de las secuencias en tiempo real son excelentes.
PDS ha envejecido como todos los juegos 3D de la consola, pero yo lo encuentro totalmente disfrutable hoy en día. Salvo el pop-up cuando vas volando, que en zonas como Uru canta bastante, yo creo que no hace daño a la vista; si lo probáis en un emulador como Yaba Sanshiro podéis aumentar la resolución y transformar tramas en transparencias para que os duela menos. Ah, y la opción de jugarlo en widescreen también existe actualmente.
SONIDOEl primer Panzer tiene una música muy instrumental y el segundo tira más hacia la electrónica. Yo creo que Saga hace una media entre los dos y el resultado, sin ser tan espectacular como las icónicas melodías del primero, es mejor que en el segundo. En la misma canción te puedes encontrar tambores en plan tribal y sintetizador rollo futurista, y la verdad es que le pega totalmente a la ambientación.
Los efectos de sonido rayan a buen nivel, aunque no sorprenden mucho respecto a los de Zwei. Sin embargo, lo que destaca es que todo el puñetero juego está doblado. Esto, en un panorama de RPG con texto a palo seco y protagonistas muditos, era un oasis en el desierto. Los NPC, además, suelen tener distintas líneas dependiendo de la distancia a la que los intentes oír, como decía antes, y de las veces que hables con ellos. Todas las voces están en japonés subtitulado (hoy en día rula por ahí la traducción al español), salvo la intro, que está en el idioma inventado por la saga.
FMVAhora que menciono la intro, cabe destacarla por su duración -ella solita se come casi todo el primer CD-; junto con las numerosas secuencias, era un juego muy cinemático en su día. Eso sí, mientras que la intro tiene una calidad bastante respetable, las demás secuencias de vídeo dan bastante risilla porque usan modelos simplificados de los personajes y tienen algunas animaciones de partirte el culo; se nota la falta de dinero y tiempo para hacerlas. Entre eso y que la Saturn no era un portento en cuanto al FMV (aunque depende del códec utilizado), yo creo que es lo que peor ha envejecido.
JUGABILIDADIgual no hacía falta esta sección porque uno se puede hacer una idea leyendo lo anterior, pero ya lo aclaro: las tres partes de las que consta PDS se combinan entre sí de una manera absolutamente ma ra vi llo sa que te hará llorar de satisfacción. Los combates son fluidos, volar a tu rollo es una gozada y las partes de andar son compactas y sin relleno. En este juego no hay millones de combates seguidos (solo en un par de zonas hay más de los que me gustaría, pero suele tener una explicación), no grindeas, no te pasas mil años organizando tu inventario. Los viajes a otras zonas se hacen en 10 segundos por el mapa y las secciones de ciudad jamás se hacen más largas de lo imprescindible. De hecho, es un RPG bastante corto y pasártelo no te debería llevar más de 15 horas, dependiendo de los secretos que quieras exprimirle. Si te lo perdiste en su día y ahora eres un adulto con cosas que hacer, en menos de 20 horas tienes hecha la saga al completo. De hecho, si te pones a jugar a este con una partida guardada de Zwei en la memoria, tienes un par de secretillos disponibles.
En cuanto al control, todo se maneja a las mil maravillas con el pad 3D, la cámara al andar es bastante decente (puedes variar el punto de vista y rotarla) y hasta los gatillos analógicos sirven para algo. ¿En cuántos juegos has visto que una secuencia en tiempo real o un diálogo se pueda pasar más rápido o más despacio con los gatillos? Este juego es mazo raro, en serio.
Solo una pega que evita que proclame este juego como PERFECTO: está chupao. Si llegas a ver la pantalla de muerte más de un par de veces, definitivamente eres un paquete. Que sea fácil está bien porque te permite ver las rutinas de ataque de los enemigos sin tener que obsesionarte con tu posible asesinato, pero para los que somos veteranos es un poco ful de Estambul. Con decir que las últimas veces que me lo he pasado han sido en un emulador con un truco de mi cosecha para evitar subir los puntos de XP…
RESUMIENDOSi aún no has jugado a Panzer Dragoon Saga, que sepas que hay un virus suelto por ahí que podría matarte y privarte de vivir esta experiencia única en el mundo videojueguil. Ahora que ha resurgido el interés por la saga con el remake (que para mi gusto se carga un poco la estética) y la posibilidad de jugar a Orta en 4K, es buen momento para revisitar el absorbente universo de Saga, un desconocido de las listas de mejores juegos de la historia pero que debería aparecer en todas ellas por méritos propios.
Si hay unos juegos que definieron a la Saturn, fueron los Panzer Dragoon, y este siempre será recordado como el punto álgido de la saga y la consola. Es un RPG hecho para amantes de los shooters y gente cansada de pelos de punta y combates coñazo; es un juego divertido y rompedor que te ofrece libertad de movimiento en 3D, una historia cojonuda y una ambientación inigualable. No puedes jugar a algo así en ningún otro sistema, y estás desaprovechando un montón de chips locos si tienes una Saturn y no juegas al último bombazo que nos ofreció, el mejor juego al que no ha jugado casi nadie.