Y otro más...no es un caso aislado. Por lo que sea, violadores y pedrastras acaban en el gremio de la iglesia, no en el de los electricistas o panaderos.
Después no quieren que se mofen de ellos y su moralina de doble filo.
El respeto se gana, no se exige. Y un negocio, club, secta, religión o como queráis llamarlo, donde no se mira que impresentables acaban en sus filas no merecen otra cosa que desprecio....
(Es mi opinión, por supuesto. Yo no soy el representante de ningún dios en la Tierra. Solo me represento a mi mismo)