ABC escribió:El horizonte de los terroristas de ETA y de sus
cómplices en Francia lleva camino de ser tan negro como el que otean en
España. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aprovechó una visita
que realizó ayer a la ciudad de Pau para advertir a la banda de
«Ternera» que no habrá «ninguna flaqueza» ni «indulgencia» a la hora de
combatirla «en todo el territorio de la República». Y para denunciar el
«racismo» de algunos sectores nacionalistas, los «radicales».
El mandatario galo se reunió con responsables de la
Gendarmería destinados en Pau, capital del Departamento de los Pirineos
Atlánticos, que incluye el País Vasco francés, para mostrarles su apoyo
en el combate que mantienen con los pistoleros etarras.
Sarkozy ha dado muestras, primero como ministro del
Interior y, después, como presidente de la República, de que sus
palabras se ven acompañadas por obras. Tras el asesinato de los
guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero en Capbreton, París
transmitió, a modo de aviso a navegantes, que había sentido el crimen
como si los muertos fueran «de los nuestros». Poco después, Sarkozy y
Zapatero daban un paso más en la configuración de las patrullas
conjuntas de investigación, con carácter permanente. Los nuevos
acuerdos permiten además a los agentes españoles que participan en
misiones antiterroristas en territorio galo llevar armas
regflamentarias.
La amenaza de ETA en Francia
Ayer, el mandatario francés auguraba más presión contra
ETA y, con toda seguridad, la advertencia no caerá en saco roto.
«Quienes son capaces de asesinar en el territorio de la República
francesa, poco importa si se trata de policías españoles, pudieron
haber sido gendarmes franceses, son asesinos». Y es que París contempla
cada vez en mayor medida el terrorismo etarra como un problema que
puede convertirse en propio. La banda aún no ha dado el paso de incluir
entre sus objetivos a ciudadanos galos -aunque desde hace tiempo lo
estudia su «comité ejecutivo»-, pero, aparte de asesinar a dos agentes
españoles en su territorio, desde hace años viene exportando una «kale
borroka» que con el tiempo podría convertirse en antesala de un
terrorismo de «alta intensidad» al otro lado de los Pirineos.
De momento, esa violencia callejera tiene como objetivo
que los franceses que no se consideren vascos abandonen «Iparralde», de
la misma forma que muchos vasco españoles, víctimas de la «limpieza
étnica», han tenido que exiliarse de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava . En
este contexto, el pasado jueves, dos gendarmes resultaron heridos en
unos disturbios promovidos por abertzales franceses, que, con el
pretexto de actuar contra la «especulación inmobiluiaria», pretenden
echar de «Euskadi Norte» a los no nacionalistas. «Estos terroristas
-aseguró ayer Sarkozy-, no contentos con ser asesinos y mafiosos, son
racistas». «Considerar que toda persona que no es vasca es inferior y
no tiene derecho a vivir en el País Vasco es racismo», sentenció el
presidente de la República en un mensaje aplicable a ambos lados de los
Pirineos.
El mandatario francés pidió constancia, ya que «la
cuestión de ETA es una cuestión difícil», por lo que «hay que estar
comprometido y prudente, es decir, profesional». Dicho esto, destacó el
«carácter excepcional del trabajo de la Gendarmería en este
departamento, en el que hay problemas de ETA». Los mandos policiales
informaron a Sarkozy de esa creceiente «kale borroka» que se extiende
desde la fronteriza Bayona hasta Hendaya, pasando por Urrugne o San
Juan de Luz. Ya el pasado septiembre la Policía realizó una amplia
redadada para esclarecer diversos actos de sabotaje en la zona, que
puso al descubierto que detrás estaban las tramas de ETA.
Es la segunda vez en cinco meses que el presidente
Sarkozy se reúne con miembros de las Fuerzas de Seguridad implicadas en
la lucha contra ETA y sus redes de violencia callejera. El pasado
agosto se desplazó a Bayona, donde lanzó un mensaje de firmeza en la
lucha contra el terrorismo, coincidiendo con el atentado mendiante un
coche bomba contra la casa cuartel de Durango.
Sarkozy, capaz de lo mejor y de lo peor.