Ahora las mías.
- En la cama de sus padres.
- Debajo de la cama de sus padres.
- Debajo de la cama de sus padres... con ellos durmiendo encima.
- En casa de su abuela. En el comedor. Con su abuela al lado. Menos mal que fuimos sigilosos -es ciega pero tiene el oído bastante fino-.
- En un Corte Inglés, sección de tallas grandes a las 2 de la mañana. Con la vigilante, claro. Los maniquíes daban miedo. Otro día probamos un rato en unos sillones de masaje, pero el otro vigilante estuvo a punto de pillarnos y lo dejamos para otro rato.
- En un concierto. Más específicamente, en la cola antes de entrar. Hubo gente que aplaudió, va en serio.
- Durante un castillo de fuegos artificiales, en las últimas Fallas. Rodeados por miles de personas, y ni la mitad de nuestros amigos se dieron cuenta de nada.
- En el 'Hotel Embrujado' de la Warner cuando estuvimos en Madrid el año pasado. Y es una atracción, no un hotel.
- En los lavabos del Palacio de Congresos, el día de puertas abiertas. Nada del otro jueves, al menos fueron dos veces.
- En la casa de una niña que mi exexex estaba cuidando -era niñera ocasional-. Repetimos varios días, y tras la noche que nos pilló la niña no volvieron a llamarla más...
- En la panadería de su padre, llenos hasta arriba de harina y mientras ella hacía monas de pascua (una especie de figuras horribles de pan que se hacen por estos lares).
- En al menos tres o cuatro clases diferentes en el instituto, en el lavabo (de chicas, como siempre, porque los de chicos suelen dar asco) y en el cuarto de los balones de educación física. Y no os cuento los sitios raros en mi facultad porque no os lo creeríais...
- En la piscina. Pública.
- En la parte de atrás de una furgoneta que transportaba veinte o treinta kilos de cocaína y un pitbull baboso de 2x2.
- Jugando al Twister con otras dos parejas (pero sin cambiar, que os veo venir) en la terraza de mi antiguo piso. En esa misma terraza lo hicimos otra noche mientras ella veía, apoyada en la barandilla, la procesión del Corpus que pasaba por debajo.
- En un avión rumbo a Canarias, en el viaje de 3º de BUP (ese año dio para mucho). Y no en el lavabo, no, en los asientos de la parte trasera. No lo hicimos mucho rato ni de forma muy escandalosa, pero tenía su puntillo eso de estar rodeado de empollonas y tener a dos profesoras a siete u ocho asientos de nosotros...
- Escribiendo en EOL: decenas de veces. Así me salen algunos posts, que da pena verlos.
Me quedan algunas de las más raras, cuando tenga otro rato ya os cuento algunas más.