Ignorando los tiempos entre tecnologías que a cualquier usuario medio le parecen razonables, Sharp ha demostrado un prototipo de televisor 8K en el CES de Las Vegas. Pero la cosa no acaba ahí, ya que el prototipo de resolución extrema permite ver además imágenes tridimensionales sin necesidad de gafas.
El modelo de 85 pulgadas ofrece una resolución de 7.680x4.320 píxeles y es fruto de la colaboración con Philips y Dolby. Aunque no se trata de una apuesta que llegue pronto a los hogares, sí que es una demostración de que los 4K podrían ser más transitorios de lo que pensamos.
Pero el fabricante japonés no se ha limitado a mostrar planes para el futuro en el CES. En la feria han desvelado la tecnología Quattron+ (Q+) que "parte" cada píxel en dos subpíxeles, proporcionando de forma efectiva el doble de resolución vertical. Esto permite según la compañía una calidad muy superior al reproducir señales de vídeo 4K en monitores full HD.
Este sistema vendrá incluido en toda la nueva gama Aquos Quattron+ que contará con tamaños de 60, 70 y 80 pulgadas. Los precios de estos modelos empezarán en los 2.300 dólares y llegarán hasta los 6.000.
Ya en los 4K reales, Sharp ha presentado dos nuevas pantallas UHD de 60 y 70 pulgadas a partir de 4.999 y 5.999 dólares respectivamente. Un precio bastante más "asequible" que el modelo 4K anterior que la compañía presentó el pasado septiembre y que todavía mantiene hoy el precio de 7.500 dólares.
La guinda final para el menú HD de Sharp ha sido la presentación de Blu-Ray D-WH1000U que es capaz de emitir vídeo Full HD y sonido a 24 bits sin compresión hasta nuestra pantalla. El dispositivo sigue el protocolo WiSA y es compatible además con reproducción de CDs y DVDs. Pero por ahora librarse de los cables saldrá un poco caro, ya que el precio del reproductor Blu-Ray con
streaming será de 4.000 dólares.