Microsoft ha
presentado los resultados financieros del cuarto y último trimestre del año fiscal 2015 terminado el pasado 30 de junio. Las noticias no son del todo buenas para los de Redmond, pero hay dos dispositivos que aportan luz a los números de la compañía: Xbox y Surface.
Durante este trimestre Microsoft distribuyó 1,4 millones de Xbox, un aumento respecto al 1,1 millón de consolas despachadas en el mismo trimestre del año anterior. Los ingresos de la plataforma Xbox aumentaron un 10%, alimentados por el mayor número de consolas vendidas pero ligeramente atenuados por el menor precio de la consola.
Microsoft repartió un total de 12,1 millones de consolas Xbox durante el año fiscal 2015, cuando el año pasado se quedó en 11,7 millones de unidades. No solo las ventas de Xbox aumentaron, los ingresos de Xbox Live subieron un 54% gracias al mayor número de usuarios y al aumento del gasto por suscriptor. En total, la división Xbox incrementó sus ingresos en un 27%.
Por otro lado, las ventas de las tabletas Surface crecieron 117 por ciento y le permitieron a Microsoft obtener unos ingresos de 888 millones.
Aunque los números de Xbox y Surface han sido positivos, los globales de la compañía no tanto. Durante el trimestre, Microsoft registró unos ingresos de 22.200 millones de dólares, una disminución respecto a los 23.400 millones de dólares recaudados durante el mismo periodo del año anterior. La compañía presentó unas pérdidas trimestrales de 3.200 millones de dólares, cuando el año pasado consiguió unos beneficios de 4.612 millones de dólares.
El gigante tecnológico responsabiliza esta caída en los ingresos al impacto del coste de la compra de Nokia.
Durante el 2015, Microsoft obtuvo unos ingresos de 93.600 millones de dólares frente a los 86.830 millones del 2014. Los beneficios del 2014 fueron de 22.074 millones de dólares mientras que este año se han quedado en 12.193 millones de dólares.