Hola queridos eolianos. Hace mucho que no posteo por aquí, pero os tengo vigilados y os leo de vez en cuando
Sólo quería hacer partícipe al foro (una vez más) de un hecho en mi vida, de lo que a mi me parece todo un logro, algo bastante difícil de conseguir, que es romper la distancia en una relación. Mucho se ha escrito en el rincón de relaciones, de fracasos sobre todo, pero también hay que hablar de los éxitos, porque si no todo parece más negro y desesperanzador de lo que es en realidad.
Fue el marzo de 2011 cuando empecé una relación a distancia con una chica de Canarias, ni más ni menos, viviendo yo en la península. Como os imaginaréis, es un handicap importante que para ver a tu pareja tengas que lidiar con los aviones y los aeropuertos. No os voy a contar nada que no os podáis imaginar: ha habido recuentros inolvidables, despedidas tristes, momentos muy bonitos y situaciones difíciles. Lo que en un principio nació como "te quiero y sencillamente quiero estar contigo" se ha ido transfromando poco a poco, ha madurado hacia el "te quiero, quiero estar contigo, cuando podamos nos iremos a vivir a la misma ciudad, hasta entonces hay que ser fuertes y aguantar".
Hemos aguantado viéndonos cuando podíamos. Los pasajes de avión son caros, por esa razón siempre hemos recurrido a Ryanair, pero somos jóvenes y no tenemos ingresos, con lo cual sigue siendo bastante dinero. Nos hemos visto, si no me equivoco, 8 veces en 16 meses, lo que sale a 1 vez cada 2 meses. Para que os hagáis una idea. Ella ha venido a mi casa 4 veces, y yo he ido a la suya otras 4. En todas las ocasiones hemos tenido que convivir juntos todo el tiempo. Es decir, la relación ha tenido dos partes: la distancia absoluta, y los encuentros, que ha sido convivencia pura y dura (de hasta un mes). Los dos extremos de una relación de pareja.
Y así ha sido. Ahora en julio se cumplirán 16 meses, casi un año y medio a distancia, coincidiendo con que vamos a romper la distancia. Este verano voy a pasarlo en su casa, y después nos iremos los dos a la misma ciudad a estudiar. Ha sido duro, pero estamos satisfechos, hemos aprendido muchísimo uno del otro, hemos aprendido a tener paciencia como nunca, sin problemas de celos y, la verdad, muy felices.
Sólo quería contarlo, porque me parece bastante interesante, amigos eolianos. Y para que veáis que el amor siempre puede triunfar, pese a las adversidades. Pero requiere de mucha madurez, y sentimientos auténticos. Espero que os sirva de motivación a algunos si andáis desesperanzados en el tema.