Me acaba de venir a la cabeza un recuerdo de mi infancia
![sacando la lengua :P](/images/smilies/tongue.gif)
. Todas las mañanas mi padre me despertaba para ir a "los primeros del cole". Como trabajaban temprano los dos me dejaban ahí hasta las 9 que empezaba el cole, y claro, a las 7 de la mañana en pie y ya tenía que estar arreglada.
Como mi hermano y yo dormíamos en el mismo cuarto, en literas, nos quedábamos hablando hasta tarde o pegando cromos de fútbol, o jugando con la plastilina en la cama hasta las tantas. Al final mi padre se comía el marrón.
-Buenos días hija! venga, a vestirse!
-Déjame en paz.
Desayuno
-Te he hecho un colacao bien calentito!
-(echo un trago) AAAAH! ESTÁ CALIENTE! JOPÉ PAPÁ!
(se va a la cocina a echarle leche fría)
-Ya no lo quiero... sabe rara la leche.
-Tómatelo...
(accidentalmente, el tazón acababa en el suelo...ups, que torpe soy)
Momento de peinarse
-Ven hija, que te hago una coleta.
-Papá! que me haces daño! (ese momento lo grabó una vez mi hermano en vídeo, es para partirse) AAAAH PAPÁ! DÉJAME YA JOPÉ!
Mi padre desesperado ya.
Y a medida que me hacía más mayor, me despertaba siempre él para ir al cole, y yo le mandaba casi literalmente a la mierda. Mi padre se levanta siempre SIEMPRE cantando. Papá, cállate. No me apetece escucharte desde primera hora de la mañana. Qué pesado te pones. Joder papá, déjame levantarme sola... Al final me ponía la alarma minutos antes para poder disfrutar de despejarme sin tener que escucharlo y poder despertarme sin cabrearme.
Yo estoy de acuerdo, el silencio cuando te despiertas es lo mejor... o en su defecto el sonido de los pajarillos y la brisa. Cantos, preguntas, reproches mañaneros... NO.