Ni de coña. En la actividad que yo realizo ahora, la casuística es infinita, no hay dos días iguales y la improvisación es constante, no hay programación en el mundo que pueda cubrir todas las variables posibles. Aparte, la interacción con otros humanos, la empatía y la diplomacia son imprescindibles también, y a cada persona tienes que darle un trato diferente y personalizado, y saber catalogarlo de un vistazo y adaptarte a él para sacarle el máximo jugo posible. Imposible que lo haga una máquina.
En cambio en mi anterior curro, en una fábrica de montaje, nosotros no dejábamos de ser otro robot más. Eso sí, robots que sabíamos tomar decisiones propias, improvisar si hacía falta y solucionar los fallos y errores de la maquinaria sobre la marcha. Ahí sí podríamos haber sido sustituídos por máquinas, pero a costa de disparar el número de piezas defectuosas y de tener que triplicar el personal de mantenimiento. Simplemente, hay muchas automatizaciones que no salen rentables. Otras son completamente imposibles.