Probé Demon's Souls cuando salió, por algunos comentarios que leí por aquí, de que era de los mejores juegos de PS3 y tal, y la verdad es que tras darle unas horas, a mi aquello de que la historia estuviera tan "difuminada", la dificultad tan bestia, los graficos normalitos tirando a malos y la falta de checkpoints me acabó por agotar, así que me deshice de él sin haberme pasado ni el primer nivel. No podía comprender que la gente pusiera por las nubes ese juego que a mí me parecía tan flojo.
Años después, cuando iba a salir Bloodborne, me enteré que era de los mismos que aquel Demon's Souls, y que no solo había tenido éxito, sino que habian salido Dark Souls y Dark Souls 2, e Internet estaba PLAGADO de videos, información, teorías del lore, fanarts, gameplays, etc... de toda la saga. En definitiva, que la saga estaba por las nubes. Aluciné un poco, lo reconozco.
Entonces un compañero del foro me pasó un video de Muzska donde el chaval explicaba un poco a su manera las mecánicas de la saga Souls, y de qué forma era recomendable encarar este tipo de juegos. Así, me puse a probar de nuevo Demons Souls (que lo tenía grabado en la PS3 pirata) y Dark Souls (Que lo regalaron en los Juegos GOLD en la Xbox 360), para darles de nuevo una oportunidad, y bueno...
Ahora mismo, apenas un par de años después puedo decir que me los he pasado todos varias veces, que tengo comprados todos los juegos en su edición coleccionista y que el primer Dark Souls se ha convertido en mi juego favorito de siempre. El amor que siento ahora por esta saga, y en particular por ese juego lo he sentido con muy pocas otras cosas. Resulta curioso pensar cómo un juego puede hacerte sentir rechazo en un primer momento y acabar siendo tu juego preferido de todas las épocas.