Permítanme comenzar recordando
aquel magnífico spot de Forza Motorsport 4 en el que Jeremy Clarkson divagaba sobre cómo se estaba perdiendo la esencia del automóvil.
Esa clase de pasión es la que ha movido a Turn 10 a lo largo de seis magníficas entregas de la saga Forza Motorsport. La máxima de Dan Greenawalt y los suyos siempre ha sido tratar a los coches como obras de arte, con un respeto supremo por la historia del automóvil.
Ese amor ha venido reforzado en todas las entregas por un apartado visual de los que quitan el hipo: tanto dentro de los circuitos como en nuestro garaje virtual,
los modelados son exquisitos, permitiendo centrarnos en los detalles más pequeños. También los interiores, que están representados fielmente. Los entusiastas de los coches tienen aquí su edén particular, en ese orgásmico modo Forzavista.
La lluvia cambia las reglas del juego. Su representación es magnífica Sin embargo, no es ahí donde reside el éxito de la saga. Siendo conscientes de que no es posible representar la realidad ni plasmar las reacciones de conducir en un videojuego, lo que ha de hacerse es conseguir que la respuesta que obtienes a los mandos sea lo más satisfactoria posible. En Turn10 son maestros en eso y
han conseguido la mejor representación de la conducción que existe en consolas. Porque no todo son físicas, que también; la respuesta y el feedback que obtienes en Forza, aun jugando con un mando, es sensacional. Sientes el coche, intuyes los contravolantes y puedes predecir las blocadas.
Los gatillos vibrantes del mando de XBOX One ayudan mucho a potenciar esa sensación. Conduce bien y lo notarás en el mando, pero también en la pantalla: la sensación que te deja haber marcado una vuelta rápida es impagable. Un adelantamiento en la última curva para hacerte con la victoria puede ser lo más emocionante del día, o una pasada de frenada inoportuna para perder una carrera de resistencia puede ser lo más frustrante. Es uno de esos juegos en los que entre jugar y ver jugar hay un mundo de diferencia.
Es difícil explicar con palabras las sensaciones que se obtienen, pero Turn10 ha conseguido el que es sin duda el mejor
gameplay para un juego de coches.
Hablando de coches: una vez superada la decepción del 5,
tenemos aquí una gran selección de vehículos con una variedad increíble. Con la llegada de la nueva generación también llegaron las suspensiones abiertas a la saga Forza Motorsport, con todo lo que ello significa: desde monoplazas de Fórmula 1 o IndyCar actuales a los primeros coches de Grand Prix, o vehículos prestacionales como el mítico Caterham Seven o el KTM XBow.
La variedad es una de las mejores bazas de la saga: igual no tienes 50 versiones del Nissan Skyline, pero puedes pasar de competir con el Ferrari 375 de Alberto Ascari a pasearte con la furgoneta del Equipo A por Nürburgring.
Gráficamente es impactante. La noche está recreada con especial mimo Porque
esto no es un juego de carreras; es un juego de coches. La diferencia es sutil, pero lo cambia todo. Project CARS es un título donde lo que importa son las carreras, la sensación de vivir una clasificación, la tensión de salir desde la pole, de calcular una parada en boxes… Da igual si el coche es un Aston Martin de GT3 o uno inventado. No es lo importante. Sin embargo,
en Forza lo importante sí que son los coches. Es una vitrina llena de coches, de todas las épocas y de todas las marcas, dispuesta a que la abras y te diviertas con cualquiera en un circuito. Las carreras no importan: porque no tiene sentido que un Ferrari 488 GTB se enfrente a una Ford Transit hipervitaminada. Es divertido, sí, pero nunca verás eso en una competición oficial.
Y quizá aquí es donde llegan las pegas. Porque Forza Motorsport 6 tiene la mejor base, la mejor selección de coches y las mejores sensaciones para cualquier amante de los coches:
Turn10 ha logrado materializar el sueño de cualquier apasionado del automóvil. Sin embargo, no han sabido qué hacer con ello. Forza 6 hace más que cualquier otro juego de la saga por intentar mejorar su estructura, pero sigue siendo un quiero y no puedo. Es la gran asignatura pendiente de la saga, y aquí no está ni mucho menos solucionada.
El modo historia es aburrido y tedioso y no hay sensación de progresión ni de reto.
Que Forza Horizon 2 tenga campeonatos con carreras puntuables y Forza Motorsport 6 no
es definitorio de lo perdidos que están en Turn10 a la hora de fabricar una experiencia Forza Motorsport satisfactoria. Las Exhibiciones son un añadido muy interesante, proponiendo retos de todo tipo o reviviendo enfrentamientos míticos de la historia del automóvil. Sin embargo, el grueso sigue estando en el modo carrera, y es terriblemente repetitivo.
Porsche vuelve a la saga Forza. Eso sí, de pago... La política de DLCs de Turn10 es vergonzosa Luego está la polémica. Para los que conocemos a Turn10, era previsible el movimiento de dejar el clima y el ciclo día/noche dinámico para la siguiente entrega. Al final, hay que vender innovación con cada título. También esperaba que la lluvia y la noche estáticas fueran sólo en circuitos seleccionados, aunque aquí sí que no tengan excusa de ningún tipo.
Pero al César lo que es del César, y la representación física de la lluvia es la mejor, de lejos, que se ha visto en un videojuego. Que sea una carrera en lluvia se nota y cambia las cosas de una forma muy interesante. Lo mismo ocurre con la noche, siendo una noche de verdad, de esas en las que si rompes los faros no vas a ver ni torta. Conducir un prototipo de LMP1 durante la noche de LeMans es una de las cosas más inspiradoras que he vivido en un título de conducción.
Turn10 ha creado el mejor garaje virtual, el sueño de cualquier entusiasta. Sin embargo, no han sabido qué hacer con él. Le ha faltado incluir quizá la parte más importante, la de videojuego. No sé cuál es el problema, pero la falta de inspiración se soluciona jugando a otros títulos y saliendo de su particular burbuja: jugad a SEGA Rally, a Project Gotham Racing, incluso a Mario Kart. Sacar ideas de cualquier sitio, pero
es hora de dar un paso adelante y mejorar lo único que le falta a Forza Motorsport: ser videojuego. Y sea como fuere, por favor, Turn10, jugad a Gran Turismo 4.
9/10