Os dejo un texto que he escrito para otro foro. En Wii U sí que hay un post específico para valoraciones de juegos, pero aquí no lo he encontrado.
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El
reboot de Tomb Raider que nos llegó en 2013 era un muy buen juego. Quizá se fijaba demasiado en la ya mítica saga de Naughty Dog, pero ésta a su vez se había basado en los anteriores Tomb Raider, así que lo comido por lo servido. Aunque quizá
esa fijación por parecerse a Uncharted fue su mayor problema, ya que hacía de Tomb Raider un juego mucho más orientado a la acción y a los combates de lo que debería.
En Rise of the Tomb Raider han dado un paso adelante, en la buena dirección, y hora el ritmo está mucho mejor medido. Sin embargo, y pese a ser un gran juego,
aún falta que Crystal Dynamics se crea su propia fórmula, y oriente los elementos en la dirección adecuada. Y digo esto porque, como la mayoría de opiniones, creo que
las tumbas son lo mejor del juego: no son puzles complejos, ni especialmente tediosos, pero fomentan ese sentimiento de descubrimiento no guiado que no puedes encontrar en Uncharted, por ejemplo.
La sensación de entrar en una nueva tumba, con un diseño gráfico espectacular cada una de ellas, y ponerse a pensar qué hacer para acceder al códice que en ella se esconde, es magnífica. Además,
el diseño de los puzles es mucho más variado de lo que era en la primera parte, recordando más a juegos de Zelda (a otro nivel, claro) que al propio Tomb Raider de 2013.
Muchas cosas han evolucionado desde entonces, y
aquella Lara más frágil del primer juego ha dado paso a una Lara más habilidosa, más mal hablada, más madura al fin y al cabo. La historia, esta vez también más personal, no es lo importante el juego, sin duda, pero está al nivel del género. Sin embargo, es aquí donde empiezan los mayores problemas de este Rise of the Tomb Raider.
No mola nada cómo nos has engañado Crystal Dynamics, no mola nada Y es que
es una copia del primero. Podría ser una expansión, o incluso un
remake por el remozado gráfico, pero todo es igual. Desde los menús y las grafías, que son un calco 1:1, a la historia que es tremendamente parecida, hasta la ambientación. El juego (y si no me equivoco, en su promoción también)
promete cosas que no cumple: esa tumba en Siria al principio te hace pensar que el juego será un viaje a lo largo de diferentes localizaciones a lo largo del mundo; pero nada más lejos de la realidad.
Siberia ocupará el 95% restante del juego.
Para ser justos
hay cierta variedad en esa Siberia helada, pero es algo que también ocurría en la isla del Tomb Raider anterior; que, curiosamente, se parecía muchísimo a esta Siberia helada. Así,
tienes la desagradable sensación de estar jugando a lo mismo otra vez. Sensación que se ve acentuada por otros detalles como las armas o los movimientos de Lara, todos extraídos de ese
reboot de 2013. Evidentemente hay nuevos movimientos, nuevas animaciones, y el subidón gráfico se nota, pero la sensación de estar ante el mismo juego no te abandona.
Y la cosa se pone peor; de una forma sospechosamente igual a su anterior entrega,
el final pega un bajón terrible en la calidad y quizá es cuando más se parece a su precuela e incluso a cierto Uncharted. No todo es malo, claro; y
cuando tenemos libertad es cuando mejor se siente este Tomb Raider. Las zonas abiertas no son tantas como nos podían hacer creer, pero sí que son de un tamaño considerable y con muchas cosas por hacer. Y es aquí donde decía que Crystal Dynamics tiene un gran juego entre manos, pero sólo le hace falta equilibrar las partes.
La exploración el entorno y la resolución de tumbas siguen siendo algo completamente opcional, y que en ningún momento te incitan a hacer, y es sin duda lo mejor del título. Ver el perfecto modelado de Lara y sus cachivaches moverse mientras escalas un par de paredes heladas a la vez que mueves una barca cual barquero para cruzar un río… ahí sí que se siente un Tomb Raider.
El tratamiento de la luz es impresionante en todas sus facetas. El modelado de Lara y sus trastos es realmente impresionante Desgraciadamente es una parte reducida e, insisto, opcional del juego. Aún con todo,
el ritmo de la aventura principal está mucho mejor medido, y salvo el desastroso tramo final, los combates no están tan presentes como en el anterior. Siguen siendo regulares, pero aquí
se añaden las suficientes mecánicas de sigilo para que puedas superar ciertas zonas de forma silenciosa. Se agradece, da variedad, y, especialmente, encaja con la aventura: me creo más que una chica como Lara consiga infiltrarse a través de una montaña que se abra paso dejando 50 cadáveres de marines detrás.
También hay claros y sombras en su apartado gráfico, y es quizá donde más se nota que este juego está acabado con prisas, y quizá en futuras ediciones (la de PS4 o la Definitive con todos los descargables) estén más pulidas.
Y es que el dispendio gráfico de la mayoría de escenarios, preciosos y con un diseño notable, se ve emborronado con pequeñas chapuzas: como el agua en algunas partes y las burbujas que salen al sumergirte que parecen, y no es una exageración, de PS1. Es obvio de que no consigue emborronar el excelente trabajo en el resto de áreas, pero cuando ves esos detalles tan cutres te deja un poco indiferente.
Rise of the Tomb Raider es sin duda un muy buen juego, es una secuela de manual, que se suele decir, un más y mejor en toda regla. El problema es precisamente que se parece demasiado en todo a su precuela, a la vez de que no se decide a dar el paso en firme hacia la dirección que todos sabemos que tienen que ir. Aún con todo, si te gustó el primero este te enamorará y si no te convencieron los sucesivos tiroteos del anterior, en este encontrarás algo más de calma que se agradece bastante. El
cliffhanger final nos deja a la espera de otra entrega, que nos cita incluso en cierta localización, así que habrá que esperar otro par de añitos para saber si los chicos de Crystal Dynamics se deciden a dar el paso hacia lo que todos e incluso la propia Lara Croft pide.
8/10