Parece que le personaje éste está dispuesto a hacer caja y está demandando a diestro y siniestro:
Manuel Herrera, el ultra del Betis imputado por agresión tras atacar a un joven en Bilbao horas antes del partido entre el Athletic y el equipo verdiblanco del pasado 27 de abril, ha revelado en una entrevista con El Español que ha denunciado a Espejo Público, a Ana Rosa Quintana y a Joaquín Prat por el "linchamiento mediático" al que se ha visto sometido.
"Si Ana Rosa Quintana o Espejo Público quieren espectáculo, que vengan a pagarme Vasile y Antena 3".
"No soy un personaje público, sino una persona privada. Mi casa está sitiada por gente que va con intención de provocar un incidente". "Ahora salgo en televisiones y medios a cara descubierta a diario y resulta que, por ejemplo, otros agresores, incluso agresores sexuales o con antecedentes bastantes más violentos que yo, aparecen en los medios con las caras difuminadas", argumentaba el radical bético.
Aunque su agresión ha sido noticia en todos los medios de comunicación, Herrera considera que estos dos programas han iniciado una campaña de "acoso y derribo" contra él y que llevan "una semana y media comiendo de mi persona". Por ello, ha interpuesto una denuncia contra ellos y El Español adjunta una copia de la misma, aunque a diferencia de lo que manifestó en la entrevista solo figuran dos personas como las demandadas: los presentadores del magazine matinal de Telecinco.
La demanda de Herrera contra Ana Rosa Quintana y Joaquín Prat
En la copia que adjunta El Español de la denuncia, podemos observar como Manuel Herrera ha demandado a Ana Rosa Quintana y a Joaquín Prat por las siguientes causas: "por injurias y calumnias contra su persona, por publicar fotos de su intimidad sin ser un personaje público, sin su permiso; por trato vejatorio y persecución con cámaras por su pueblo".
El programa de Ana Rosa desmonta su denuncia
Esta mañana el programa de Ana Rosa se ha hecho eco de la demanda interpuesta por el ultra del Betis contra sus presentadores y ha querido desmontarla punto por punto con los siguientes argumentos.
En cuanto a las injurias y calumnias, el programa ha defendido que sus colaboradores se limitaron a calificar su comportamiento como "animal y salvaje", "¿puede ser descrito de otra forma?", se pregunta.
Respecto a las fotografías que han publicado suyas, el programa pone en duda que no sea un personaje público después de haber aparecido "en todos los informativos y periódicos" y de que él mismo se haya mostrado en las redes sociales. "Sus actos le han convertido en un personaje público", argumenta.
En el siguiente punto, el magazine se pregunta a qué se refiere Manuel Herrera cuando se refiere a haber recibido un "trato vejatorio" y responden mostrando el vídeo de su agresión.
Por último, responden a la "persecución con cámaras por su pueblo" asegurando que el propio Herrera persiguió a sus reporteros en una bicicleta.
La declaración del ultra del Betis ante el juez
Según ha desvelado Espejo Público, Manuel Herrera ha relatado los hechos de su agresión ante el juez de la misma manera que lo hizo durante su entrevista con El Español. El ultra del Betis niega que los actos se produjeran como se ha contado y asegura que antes de su agresión estaba paseando con sus dos amigos por el casco viejo de Bilbao y que "aparecieron quince personas de ideología proetarra con dos pitbulls, con cadenas y crestas en la cabeza" que le amenazaron y le llamaron "españolito de mierda".
Según su versión, Gabilondo, la persona a la que agredió, es quien les dirige y cuenta con antecedentes penales por kale borroka, tal y como asegura que le desveló la policía vasca. Quiso solucionar sus diferencias frente a frente, pero mantiene que los demás le "lanzaron objetos, vino y cigarros encendidos".
Reconoce que agredió al viandante pero también se justifica diciendo que le provocaron y que "le pusieron una bandera proetarra en la cara". Además, asegura que en el momento de la agresión "esa persona estaba consumiendo cocaína, tranquimazín, café y anís del mono".
Manuel Herrera también ha explicado ante el juez que no sabía que uno de sus amigos estaba grabando su agresión y que desde hace siete años ya no forma parte de la ideología de la que se le acusa.