En mi ordenador hace tiempo que sólo vive un sombrero rojo, campa a sus anchas por toda la casa, es que mi sombrero se ha vuelto muy egoista y dice que no está de acuerdo en compartir casa con un tio que cada tres meses se tiene que lavar la cara y le hace cambiar la puerta, así que en una reunión entre los tres (el sombrero, yo como casero y el otro individuo) hemos decidido echarlo, en algunos momentos lo echamos de menos, sobre todo en esos momentos ociosos, pero con un poco de imaginación mi sombrero y yo conseguimos levantar el ánimo y continuar en nuestra cruzada por mantener la casa limpia, es más, llevamos desde el día que lo echamos sin hacer limpieza, sólo de vez en cuando cuando al sombrero le sale alguna novedad que pueda mejorar vamos a cirugia y le lavamos un poco la cara a modo de actualizarse a la moda, pero tenemos claro que si ahora tiene 9 años intentaremos que se mantenga sin limpiezas hasta los 11.
Ahora me dice mi sombrero que la última actualización de la casa que habíamos hecho al echar al otro compañero de piso se nos hace un poco excesiva, si es que está claro que nosotros sabemos vivir en espacios más reducidos, no como nuestro compañero que entre el y sus amigos de fiestas se quedaban con la mitad de la casa y a veces no le llegaba el sitio, le he dicho a mi sombrero que no se preocupe, que más vale tener una casa grande y limpia que no habitaciones llenas de cosas y volviendo locos registros y demás.
¿Y si te apetece jugar un buen rato? me preguntó ayer mi sombrero, ya le he dicho que no se preocupe que antes de irse el padre del compañero nos subvencionó una máquina que vale tres veces más de lo que pagamos por ella y sirve para esos ratos aburridos en el sofá.
¿Que si nos llevamos bien?, hombre, esto como en todas las relaciones tiene sus momentos buenos y sus momentos malos, a veces nos tiramos los trastos uno a otro, pero al rato y tras leer alguna que otra carta que me mandan famliares del sombrero, recapacito, reconozco mi culpa y nos volvemos a querer.
Un saludo